Las calles de la Ciudad de México se iluminaron con alumbrado público por primera vez el 11 de diciembre de 1881. El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) señala que esto fue gracias a que con la llegada de Porfirio Díaz a la presidencia de México (1876) se crearon las primeras plantas generadoras de energía, primero para brindar iluminación artificial a las mineras y después a las calles y casas.
Sin embargo, pasaría más de una década para la creación de la compañía de “Luz y Fuerza”.
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La instalación de alumbrado público estuvo a cargo de la compañía Knight, la cual colocó 40 lámparas eléctricas en la Plaza de la Constitución y 100 más en la Alameda Central, de acuerdo con el registro del SIAP.
Antes de ello sí había lámparas en la capital del país, pero eran de gas. El SIAP señala que en 1894, “la empresa Siemens Haske ganó la licitación y se inició con el cambio de lámparas de gas por eléctricas. A partir de este momento se fue extendiendo la red a mercados urbanos y comerciales”, y en 1903 se creó la compañía de ‘Luz y Fuerza del Centro’, bajo el nombre Mexican Light and Power S.A (MEXLIGHT).
Otro suceso relevante para esta historia es la creación de la Liga Mexicana de Electricistas (1911), así como la constitución del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), en 1914.
En 1936, el sindicato entró en huelga contra MEXLIGHT, “a consecuencia de ésta, empresa y sindicato firmarán uno de los contratos colectivos más avanzados de la época. El siguiente año se constituye la Comisión Federal de Electricidad (CFE)”, detalla el Senado.
“Bajo la preocupación gubernamental de controlar el suministro, transformación y comercialización de la energía eléctrica, se publicó en 1938 el Proyecto de Ley de Energía Eléctrica en el que inicia el proceso de nacionalización de la industria de una forma gradual”, que culminaría en 1960, de acuerdo con el registro histórico del Senado.
Con la nacionalización de esta industria, el gobierno adquirió las compañías Mexican Light and Power y la American and Foreign Power, para dar paso a la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz. Tres años más tarde, en 1963 se modificó la denominación social a Compañía de Luz y Fuerza del Centro (LyFC).
La delimitación de territorio a cubrir entre LyFC y CFE llegó en 1985, cuando ambas compañías firmaron un convenio en el que se especificaban sus zonas de operación.
Nueve años después, en 1994, por decreto presidencial, la Compañía de Luz y Fuerza del Centro se descentraliza y pasa a ser Luz y Fuerza del Centro, empresa con personalidad jurídica y patrimonio propio.
En octubre de 2009, el entonces presidente Felipe Calderón decretó la extinción de Luz y Fuerza del Centro, con lo que dio inicio su proceso de liquidación y la operación eléctrica se transfirió a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Esta acción llevó al desempleo a más de 44,000 trabajadores y dejó desamparados a cerca de 22,000 jubilados, de acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
“Esta medida por parte del Estado fue ejemplo de violación a los derechos laborales y humanos de dichos trabajadores, además de, por supuesto, a los usuarios”, sentencia la CNDH en el texto “Creación de la Comisión Federal de Electricidad en beneficio de la economía popular y de la nación”.