Los mexicanos siempre han estado interesados en conocer su suerte, ya sea a través del horóscopo o la lectura del tarot, por eso no es raro que existan y permanezcan lugares que se dedican a este tipo de actividades. Uno de ellos y muy popular actualmente es en la Plaza Jardín en la Ciudad de México.
Esto lo sabe don Alfonso Luna, quien a pesar de la fama que adquirió después de que apareció en videos de Tik Tok que destacaban su asertividad en las consultas con el tarot, parece no sorprenderle las largas filas de clientes que se hacen junto al Centro Cultural José Martí, afuera del Metro Hidalgo, en espera de conocer qué ocurre en su vida.
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El primer sábado de marzo acudimos a la estación Hidalgo del Metro, y nos escabullimos entre los puestos que venden juguetes de colección, nuevos y usados, y que desde temprana hora colocan su mercancía para ofrecer a los clientes que recorren el lugar en búsqueda de los personajes en plástico que los hacen revivir su infancia. Sin embargo, ese día don Alfonso no acudió a leer la suerte.
El domingo siguiente a las 09:30 de la mañana, había alrededor de cinco personas haciendo fila en espera de pasar a la lectura de cartas, pocas a comparación de las reseñas que se han realizado sobre este personaje.
El fondo del entorno es variado, entre reguetón, salsas y el trinar de las aves citadinas, mientras que las manos de don Alfonso se mueven rápido, al igual que las de sus compañeros comerciantes que acomodan sus diversos productos ese domingo en la mañana en el que no son ni las 10 a. m. y la fila no rebasa el mismo número de personas que esperan leerse el tarot.
Después de cuestionar si acudes a lectura, Iram Luna, hijo del tarotista, te explica que se realiza con la baraja española y que tienes derecho a siete preguntas, una por cada seis cartas y una última con cuatro.
Se puede preguntar sobre cualquier tema: amoroso, laboral, algún problema legal, de familia, etcétera. El costo es de 60 pesos y de acuerdo a lo constatado por las personas que ya acudieron es muy acertado.
Vestido de color negro, sentado en un banco de metal amarillo y con sus manos tomando las cartas, el señor Luna explicaba lo que iba saliendo de acuerdo a su experiencia y conocimiento las respuestas a sus clientes, la mayoría mujeres, lo que preguntaban.
Tras la realización de la lectura, cuestionamos al señor desde cuándo se dedica a este oficio, a lo que respondió que prácticamente toda su vida, además afirmó que para él no existe tiempo ni espacio, “existe la eternidad del día de hoy”, esto, como respuesta a la pregunta sobre su edad.
¿Se puede decir que es un don el leer las cartas?
“Toda la gente tenemos diferentes dones pero nos inclinamos hacia un don y es el que desarrollamos, pero todos nacemos con diferentes dones”, expresó en una breve declaración a Expansión.
¿Sus hijos están interesados en seguir esta práctica?
“Claro que una de las enseñanzas más fuertes es el ejemplo, y a través del ejemplo, el padre va señalando un camino”, respondió quien es padre de cuatro hijos.
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Iram, el hijo menor del tarotista, comparte que a partir de que su padre se hizo viral, los días que acude a laborar en la Plaza José Martí en un horario de las 09:30 a 17:30 horas, se reparten 30 fichas al medio día, para que se acaben de atender a las personas. La ganancia aproximada por leer las cartas es de aproximadamente 1,800 pesos teniendo en cuenta que cada tirada es de 60 pesos.
“Mi papá está aquí desde hace 13 años, pero a partir de un video que se hizo en Tik Tok y vienen muchísimas personas”, explica el joven quien está atento a si su padre necesita algo en su lugar que no rebasa los dos metros, pues para ofrecer este servicio solo necesita una mesa, las cartas y una sombrilla.