Transcurrido ese tiempo, otros laboratorios pueden utilizar esta fórmula para producir sus propios medicamentos de manera libre, surgiendo así los genéricos, bioequivalentes y similares; más baratos, pero no necesariamente idénticos a los originales.
¿Cuál es la diferencia entre genérico, original y bioequivalente?
Originales
Un medicamento original es aquel que surgió tras varios estudios científicos y ensayos clínicos que llevaron a la conclusión de que una molécula o principio químico activo sirve para tratar determinada patología de manera segura.
Los laboratorios que descubren dichas moléculas tienen el derecho de patentarlas y producir el medicamento de manera exclusiva, para explotarla durante un lapso de hasta 20 años.
Los medicamentos genéricos son aquellos que, una vez que la patente deja de ser exclusiva, generan un producto con el mismo producto activo.
Es importante mencionar que, de acuerdo con la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, es necesario que los medicamentos genéricos cumplan con los mismos estándares de calidad, eficiencia y seguridad requeridos para el medicamento original.
“En una dimensión fármaco-clínica, el medicamento genérico debe ser terapéuticamente equivalente al fármaco cuya seguridad y eficacia ha sido probada”, apunta la Secretaría de Salud de la CDMX.
Bioequivalentes
Y cuando los genéricos no necesariamente tienen que repetir los ensayos clínicos realizados por los laboratorios para probar su eficacia, sino que, utilizando pruebas de equivalencia, usan los mismos principios activos, surgen entonces los ‘genéricos bioequivalentes’.