El posicionamiento de la presidenta se da luego de que el titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Iván Escalante, dijo que cuando la institución a su cargo busca sancionar a gasolineras y hoteles algunos diputados intentan intervenir. En la Comisión del Trabajo y Previsión Social puso un ejemplo:
“Nos tocó verificar un hotel fifí y me dice Andrea, ‘hoy estamos verificando tal’, dale, precios en dólares, pues porque fifí. Te cobraban la limpieza extra fuera del contrato, porque fifí, no tenían a la vista los precios cuando pedimos carta de precios, dólares, literalmente nos metimos hasta la cocina, cosas echadas a perder, cucarachas en la cocina, me dice, ‘¿suspendemos?’, y yo, sí, suspendemos. Y en el transcurso de que estábamos imponiendo los sellos, hasta media hora después me hablaron cuatro compañeros del movimiento, pero cada vez eran más, de más nivel”, explicó.
Al respecto, la presidenta se pronunció en contra de que se realice algún tipo de influencias.
“Cualquier legislador, presidente municipal, primo, hermano, cuñado, amigo, amigo lejano, conocido que quiera hacer una gestión a nombre de algo, no debe ser. Segundo, menos si hay una instalación que está funcionando mal, que Profeco dentro del marco de la ley decide suspender, no debe haber alguien que hable por teléfono para decirle ‘es mi amigo’, ‘es mi primo’, ‘es mi hermano’, ‘mi conocido’. Eso no debe existir en el gobierno de México”, destacó.