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Sheinbaum apunta al sistema electoral; expertos advierten riesgos y retrocesos

La presidenta impulsará una reforma en la materia que, en esencia, es igual a la que propuso su antecesor: no "pluris", menos gasto para elecciones y recorte al financiamiento de partidos políticos.
mié 09 julio 2025 11:59 PM
Claudia Sheinbaum va por reforma electoral con el Plan A y B de AMLO; expertos adviertes riesgos
La titular del Ejecutivo presentará una iniciativa de reforma electoral que será discutida y aprobada en el siguiente periodo ordinario de sesiones, que arranca en septiembre.

La presidenta Claudia Sheinbaum alista un proyecto de reforma electoral para hacer realidad lo que no pudo concretar su antecesor, aunque expertos consideran que no mejorará la calidad de la democracia, minará la pluralidad legislativa y consolidará las mayorías de Morena en el Congreso.

El proyecto de la mandataria, cuya aprobación será una de las prioridades de Morena en el siguiente periodo de sesiones, tomará como base los llamados "Plan A" y "Plan B" del expresidente Andrés Manuel López Obrador, que incluyen reducir el costo de las elecciones y eliminar a los legisladores plurinominales.

También recortar el financiamiento a partidos políticos y disminuir el número de síndicos y regidores en los ayuntamientos. Sheinbaum todavía evalúa si propondrá al Legislativo que los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) sean electos por voto ciudadano, como se hizo por primera vez con los ministros, magistrados y jueces.

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Arturo Sánchez, exconsejero electoral y catedrático del Tecnológico de Monterrey, advierte que la iniciativa que ya adelantó la presidenta traerá como consecuencia el debilitamiento tanto de la autoridad electoral como de los partidos políticos.

La propuesta (...) no representa un verdadero fortalecimiento de la vida democrática, al contrario, se debilita la institución electoral, se debilita a los partidos políticos, se debilita el Consejo (del INE) en lugar de tener más herramientas para su fortalecimiento y desarrollo”.
Arturo Sánchez, exconsejero del INE.

En días pasados, Sheinbaum dio detalles de su propuesta de reforma electoral y anunció que un grupo de trabajo ya prepara la propuesta legislativa, que toma como hoja de ruta los postulados de López Obrador.

“Que no haya tanto recurso público destinado a los partidos políticos. Que las elecciones no sean tan caras en nuestro país. Que se generan los mecanismos para que sean transparentes, que se realicen adecuadamente, pero que no se requieran tantos recursos. Que la representación proporcional de los partidos políticos se genere de una manera distinta, que no sean las listas de plurinominales”, anunció Sheimbaum el 4 de julio.

Javier Rosiles, catedrático de la Universidad de la Ciénega del Estado de Michoacán y experto en temas electorales, sostiene que la presidenta quiere concluir con el pendiente que dejó López Obrador, pero con una propuesta "recargada".

“La reforma electoral que propone la presidenta Claudia Sheinbaum es realmente la del expresidente Andrés Manuel López Obrador, pero recargada. Claramente se enmarca dentro de la lógica que había propuesto el expresidente López Obrador, pero ahora hay una condición muy importante y que no se cumplía durante el primer sexenio de la llamada cuarta transformación, que es la comodidad de la mayoría calificada”, afirma el también columnista de Expansión Política.

Los intentos de AMLO

La reforma electoral fue una de las modificaciones constitucionales que no pudo concretar López Obrador, aunque lo intentó en tres ocasiones.

En abril de 2022, el entonces presidente presentó su primera iniciativa conocida como el “Plan A”, con la que estimaba ahorros por más de 20,000 millones de pesos e incluía aspectos como convertir al INE en Instituto Nacional de Elecciones y Consultas, disminuir de 11 a siete consejeros electorales, eliminar el financiamiento a partidos políticos para actividades ordinarias, así como desaparecer a los llamados legisladores plurinominales.

Esta iniciativa no fue aprobada, por lo que en noviembre de 2022 presentó otra, conocida como “el Plan B”. Se trató de un conjunto de modificaciones para recortar el costo de las elecciones; eliminar la "burocracia dorada"; suprimir oficinas distritales y áreas administrativas del INE, y reducir 50% el financiamiento a los partidos.

Sin embargo, al año siguiente la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró la invalidez del paquete de reformas.

Antes de concluir su gobierno, en febrero de 2024 en el último paquete de iniciativas que envió al Poder Legislativo, el entonces mandatario propuso la reducción de presupuesto para campañas y partidos políticos, la disminución del número de regidores en gobiernos municipales, eliminar las candidaturas plurinominales y que los consejeros y magistrados de organismos electorales sean electos por voto popular.

El “Plan C” era que, al conseguir mayoría en el Congreso, su reforma pasara, pero no fue así, por lo que se quedó como un pendiente que retomará la presidenta Sheinbaum.

Sin embargo, expertos coinciden que habrá más retrocesos que avances con la que sería la tercera reforma electoral en las últimas dos décadas.

El partido y la estructura en el gobierno está generando un proyecto de reforma electoral que es una herencia de la administración del expresidente".
Armando Zacarías Castillo, catedrático de la UdG.

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De pluris a legisladores de primera minoría

La presidenta Sheinbaum busca modificar el esquema de representación proporcional en el Congreso, de tal manera que se eliminen las listas de "plurinominales". La Cámara de Diputados, por ejemplo, pasaría de 500 a 300 legisladores.

Arturo Sánchez explica que esa modificación afectará la pluralidad partidista que caracteriza al Congreso mexicano, ya que solo llegarán “los más fuertes”.

“Al eliminar la representación proporcional (...) lo que eso hace es dejar fuera a los partidos más pequeños. Con una mínima votación de 3% ya tiene acceso a estar presente en la Cámara, que se escuche su voz", alerta.

"Lo que nos propone la presidenta Sheinbaum es eliminar la representación de los más pequeños, eso no va de acuerdo con el respeto a la pluralidad y a las ventajas que nos ha dado en México tener representadas a todas las fuerzas políticas”.

La propuesta de eliminar a los plurinominales no es nueva y tampoco es exclusiva de Morena. Tanto el PRI como el PAN cuando fueron gobierno impulsaron vía iniciativa, o al menos en el discurso, la desaparición de ese tipo de legisladores.

Sin embargo, son los partidos pequeños quienes se han opuesto a la desaparición de la figura que les permitió tener representatitividad en el Legislativo, lo que podría pasar con la reforma de Sheinbaum.

El artículo “Introducción al análisis técnico de las 20 iniciativas de reformas constitucionales y legales presentadas por el presidente de la República” ,elaborado por catedráticos como Sergio López Ayllón y Diego Valadés, sostiene que desaparecer de golpe la representación proporcional y de las minorías generaría que el partido mayoritario prácticamente no tenga "sombra" en el Legislativo.

“Busca facilitar que el partido mayoritario (Morena) tenga una mayoría absoluta en el Congreso, prácticamente sin sombra de la oposición. Y así, el presidente controlaría el Congreso, garantizaría la aprobación de sus reformas y neutralizaría a las oposiciones”, advierte.

Elecciones menos costosas, pero ¿mejores?

Aunque la presidenta Sheinbaum no ha detallado cuánto quiere ahorrar con la reforma, uno de los propósitos es bajar el costo que representa el órgano electoral y los procesos electorales, lo que para los expertos puede representar un riesgo para la calidad de los procesos.

“Ninguna de las propuestas tiene que ver con un fortalecimiento de la democracia, tiene que ver con que las elecciones cuesten menos. No se habla de: 'vamos a fortalecer la democracia'. No, lo que quieren es que no gastar tanto dinero en la democracia. Ahora eso tiene sus problemas”, agrega Arturo Sánchez.

Armando Zacarías Castillo, jefe del Departamento de Estudios Políticos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara, explica que, aunque se critica el costo del proceso democrático, hay otros gastos que tiene la administración pública que sí deberían ser cuestionados.

“Es caro el proceso democrático, pues es más caro el proyecto de refinería Dos Bocas y no nos está redituando dentro de la perspectiva económica con resultados eficientes, pues esos son los gastos que tendrían que cuestionarse y mantener una estructura que le dé certidumbre a las elecciones”, opina.

La constante intención de debilitar al INE

La propuesta de modificar el sistema electoral está incluida en los 100 compromisos iniciales de Sheinbaum.

"Reforma al sistema electoral", reza en el documento en el apartado titulado: "República democrática, justa, honesta, libre, participativa y responsable".

Para Zacarías Castillo, el riesgo de que el INE sea debilitado, o incluso que sus funciones sean transferidas a un órgano de gobierno, no ha desaparecido.

“En algún momento el expresidente López Obrador sugirió regresar el proceso electoral a la Secretaría de Gobernación, lo que era un retroceso de 30 años. Sin embargo, el interés de ser la estructura de gobierno la procesadora de la actividad electoral no ha desaparecido del horizonte de la estructura heredada de López Obrador”, considera Zacarías Castillo.

La presidenta afirmó que no se busca quitar la autonomía al INE, aunque aún evalúa si la propuesta incluirá elegir a los consejeros por voto ciudadano, lo que sí fue parte de las iniciativas de López Obrador.

Al respecto, Arturo Sánchez sostiene que una elección de consejeros no permitiría que estén al frente los que tienen la experiencia y conocimiento, y muestra de ello ya la dio la elección del Poder Judicial, en la que fueron electos varios personajes cercanos al partido en el gobierno.

“Rompe con la idea de tener a personas bien preparadas, bien entrenadas tomando las decisiones importantes, sobre todo en la organización de las elecciones”, observa.

Sin embargo, Javier Rosiles considera que elegir a los consejeros por voto ciudadano es una posibilidad real, la cual ya tomó “legitimidad” con la elección de jueces, magistrados y ministros.

Ya hay un dejo de legitimidad en la posibilidad de que los consejeros electorales ahora puedan ser votados, como ahora ya lo son los ministros y ministras”.
Javier Rosiles, catedrático de la UCEMICH.

El experto alerta que también se ha legitimado la idea de que es posible hacer elecciones con menos dinero, por lo que se podría "radicalizar" la propuesta de reforma electoral.

"Esto evidentemente pues da pie para que ahora se radicalice la propuesta y se transforme todavía aún más en relación con la primera propuesta, y me parece que estamos quizá ante los últimos días de los OPLE´s", añade.

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