De pluris a legisladores de primera minoría
La presidenta Sheinbaum busca modificar el esquema de representación proporcional en el Congreso, de tal manera que se eliminen las listas de "plurinominales". La Cámara de Diputados, por ejemplo, pasaría de 500 a 300 legisladores.
Arturo Sánchez explica que esa modificación afectará la pluralidad partidista que caracteriza al Congreso mexicano, ya que solo llegarán “los más fuertes”.
“Al eliminar la representación proporcional (...) lo que eso hace es dejar fuera a los partidos más pequeños. Con una mínima votación de 3% ya tiene acceso a estar presente en la Cámara, que se escuche su voz", alerta.
"Lo que nos propone la presidenta Sheinbaum es eliminar la representación de los más pequeños, eso no va de acuerdo con el respeto a la pluralidad y a las ventajas que nos ha dado en México tener representadas a todas las fuerzas políticas”.
La propuesta de eliminar a los plurinominales no es nueva y tampoco es exclusiva de Morena. Tanto el PRI como el PAN cuando fueron gobierno impulsaron vía iniciativa, o al menos en el discurso, la desaparición de ese tipo de legisladores.
Sin embargo, son los partidos pequeños quienes se han opuesto a la desaparición de la figura que les permitió tener representatitividad en el Legislativo, lo que podría pasar con la reforma de Sheinbaum.
El artículo “Introducción al análisis técnico de las 20 iniciativas de reformas constitucionales y legales presentadas por el presidente de la República” ,elaborado por catedráticos como Sergio López Ayllón y Diego Valadés, sostiene que desaparecer de golpe la representación proporcional y de las minorías generaría que el partido mayoritario prácticamente no tenga "sombra" en el Legislativo.
“Busca facilitar que el partido mayoritario (Morena) tenga una mayoría absoluta en el Congreso, prácticamente sin sombra de la oposición. Y así, el presidente controlaría el Congreso, garantizaría la aprobación de sus reformas y neutralizaría a las oposiciones”, advierte.
Elecciones menos costosas, pero ¿mejores?
Aunque la presidenta Sheinbaum no ha detallado cuánto quiere ahorrar con la reforma, uno de los propósitos es bajar el costo que representa el órgano electoral y los procesos electorales, lo que para los expertos puede representar un riesgo para la calidad de los procesos.
“Ninguna de las propuestas tiene que ver con un fortalecimiento de la democracia, tiene que ver con que las elecciones cuesten menos. No se habla de: 'vamos a fortalecer la democracia'. No, lo que quieren es que no gastar tanto dinero en la democracia. Ahora eso tiene sus problemas”, agrega Arturo Sánchez.
Armando Zacarías Castillo, jefe del Departamento de Estudios Políticos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara, explica que, aunque se critica el costo del proceso democrático, hay otros gastos que tiene la administración pública que sí deberían ser cuestionados.
“Es caro el proceso democrático, pues es más caro el proyecto de refinería Dos Bocas y no nos está redituando dentro de la perspectiva económica con resultados eficientes, pues esos son los gastos que tendrían que cuestionarse y mantener una estructura que le dé certidumbre a las elecciones”, opina.
La constante intención de debilitar al INE
La propuesta de modificar el sistema electoral está incluida en los 100 compromisos iniciales de Sheinbaum.
"Reforma al sistema electoral", reza en el documento en el apartado titulado: "República democrática, justa, honesta, libre, participativa y responsable".
Para Zacarías Castillo, el riesgo de que el INE sea debilitado, o incluso que sus funciones sean transferidas a un órgano de gobierno, no ha desaparecido.
“En algún momento el expresidente López Obrador sugirió regresar el proceso electoral a la Secretaría de Gobernación, lo que era un retroceso de 30 años. Sin embargo, el interés de ser la estructura de gobierno la procesadora de la actividad electoral no ha desaparecido del horizonte de la estructura heredada de López Obrador”, considera Zacarías Castillo.
La presidenta afirmó que no se busca quitar la autonomía al INE, aunque aún evalúa si la propuesta incluirá elegir a los consejeros por voto ciudadano, lo que sí fue parte de las iniciativas de López Obrador.
Al respecto, Arturo Sánchez sostiene que una elección de consejeros no permitiría que estén al frente los que tienen la experiencia y conocimiento, y muestra de ello ya la dio la elección del Poder Judicial, en la que fueron electos varios personajes cercanos al partido en el gobierno.
“Rompe con la idea de tener a personas bien preparadas, bien entrenadas tomando las decisiones importantes, sobre todo en la organización de las elecciones”, observa.
Sin embargo, Javier Rosiles considera que elegir a los consejeros por voto ciudadano es una posibilidad real, la cual ya tomó “legitimidad” con la elección de jueces, magistrados y ministros.
Ya hay un dejo de legitimidad en la posibilidad de que los consejeros electorales ahora puedan ser votados, como ahora ya lo son los ministros y ministras”.
Javier Rosiles, catedrático de la UCEMICH.
El experto alerta que también se ha legitimado la idea de que es posible hacer elecciones con menos dinero, por lo que se podría "radicalizar" la propuesta de reforma electoral.
"Esto evidentemente pues da pie para que ahora se radicalice la propuesta y se transforme todavía aún más en relación con la primera propuesta, y me parece que estamos quizá ante los últimos días de los OPLE´s", añade.