Uno de los objetivos del gobierno federal es que los migrantes sean repatriados directamente a sus naciones de origen y no a México.
“Nosotros vamos a seguir defendiendo a los mexicanos y mexicanas, es lo que nos corresponde en Estados Unidos. Y, en caso de que haya deportaciones, prepararnos para poderles dar la bienvenida. (Pero) la insistencia a Estados Unidos de que la repatriación se haga a los distintos países de origen”, declaró este jueves.
Donald Trump, miembro del Partido Republicano que llega a la Casa Blanca por segunda vez, ha amenazado desde su campaña electoral con llevar a cabo deportaciones masivas.
Aunque faltan los detalles de su plan en contra de los migrantes indocumentados, a menos de un mes de que asuma la presidencia estadounidense, diversos gobiernos y organizaciones civiles se han puesto en alerta. México diseña una estrategia de respuesta nacional y con otros países.
“El canciller ya lo va a explicar, pero con varios países, particularmente Centroamérica, siempre vamos a estar cerca porque, si bien tenemos un tratado comercial con Estados Unidos y Canadá, siempre vamos a estar cerca de América Latina”, subrayó la presidenta.
El pasado lunes, Sheinbaum adelantó que su gobierno se alista para apoyar a los mexicanos que sean deportados. La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, coordina una estrategia con las dependencias de Estado y los gobiernos de la frontera norte.
Entre las acciones se consideran generar una bolsa de trabajo, el traslado a los países de origen y teléfonos para comunicarse con sus familias, además de apoyo en los consulados mexicanos.
“No los vamos a dejar solos o solas en ningún momento”, declaró Sheinbaum el 23 de diciembre pasado.