La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo recibió esta tarde el bastón de mando por parte representantes de 68 pueblos indígenas de México, unos minutos después de concluir su reunión con jefes de Estado que vinieron a su investidura.
Frente a un Zócalo de la Ciudad de México repleto, la mandataria fue acompañada por 113 mujeres indígenas y afromexicanas durante la entrega del símbolo.
En algunas culturas indígenas de México, el bastón de mando simboliza la máxima autoridad.
El bastón que recibe Sheinbaum es un trozo de cedro rojo, purificado el 7 de septiembre de 2024 en la zona arqueológica de San José El Mogote, Oaxaca, por la médica tradicional Yolanda Bautista.
En la ceremonia de purificación se solicitó a la madre tierra permiso para elaborarlo.
El artesano oaxaqueño Enrique Fabián fue el encargado de diseñar el bastón de mando, el cual toma aspectos y simbolismos de la cosmovisión indígena del país.
El año pasado, después de ganar la candidatura presidencial de Morena, Sheinbaum recibió otro bastón de mando por parte del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador.
''Compañero Andrés Manuel, siempre estás en el corazón de México. El segundo piso de la Cuarta Transformación significa mantener nuestros principios, nuestras causas'', dijo Sheinbaum tras recibir el bastón de mando.
''Gobernaremos con los principios de la Cuarta Transformación. No llego sola, llegamos todas las mujeres de México'', añadió.
Claudia Sheinbaum asumió este martes como la primera mujer presidenta en la historia de México prometiendo continuar el legado de su mentor político y predecesor, Andrés Manuel López Obrador, poniendo énfasis en atender la pobreza que alcanza al 40% de los 127 millones de mexicanos.
"Soy madre, abuela, científica y mujer de fe y, a partir de hoy, por voluntad del pueblo de México, la presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos", dijo ante los vítores de "¡presidenta, presidenta!".
"Gobernaré para todos y para todas y tengan la certeza que pondré mi conocimiento, mi fuerza, mi historia, y mi vida misma al servicio del pueblo y de la patria. Tengo la certeza que consolidaremos juntos un México cada día más próspero, democrático y justo (...) no les voy a defraudar", agregó.
La exalcaldesa de Ciudad de México entre 2018 y 2023 se comprometió a continuar con los programas sociales que le granjearon una elevada popularidad a López Obrador. En el pasado, ha insistido en que será ella quien gobernará a pesar de las críticas de que el saliente mandatario tendrá un peso importante en el próximo sexenio.
La primera presidenta en 200 años de historia de México asume un país con una economía que apenas se ha expandido, inmerso en una espiral de violencia ligada al crimen organizado y con el déficit fiscal más alto desde la década de 1980.
-Con información de Reuters.
