La semana pasada el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador envió una nota diplomática a Estados Unidos para manifestar su extrañamiento y señalar de injerencistas las declaraciones del embajador Ken Salazar respecto al riesgo a la democracia que representa la reforma judicial y plantear que está en riesgo la relación comercial.
“La declaración del embajador de los Estados Unidos de América expresando una postura sobre este tema, que es de carácter estrictamente interno del Estado mexicano, representa una acción inaceptable de injerencia, contraviene la soberanía de los Estados Unidos Mexicanos y no refleja el grado de respeto mutuo que caracteriza las relaciones entre nuestros gobiernos”, dice la nota enviada el pasado 22 de agosto.
Ese posicionamiento del gobierno mexicano se dio horas después de que, en su residencia oficial, Ken Salazar se pronunciara en contra de la reforma al Poder Judicial, en particular en lo que se refiere a la elección de jueces, magistrados y ministros por voto ciudadano.
''Creo, en mi opinión, que el debate sobre la elección directa de jueces, así como la política feroz si se aprueban las elecciones de jueces en el 2025 y 2027, amenazan la relación histórica comercial que hemos construido. Las elecciones directas pueden hacer más fácil que cárteles se aprovechen de jueces inexpertos con motivaciones políticas", planteó el funcionario el jueves pasado.
En su conferencia de prensa de este lunes, el presidente de México comentó que lo hecho por Ken Salazar solo podría ser comparado como si una autoridad de México va a Washington, Estados Unidos para hablar sobre la venta de armamento para hacer la guerra en el mundo.
“¿Qué me tengo yo que meter en ese tema? (La reforma judicial) es un asunto de los mexicanos y se está este resolviendo en las instituciones de nuestro país”, dijo.