En defensa de la reforma al Poder Judicial, aseguró que el trasfondo es la corrupción pues se resuelve de manera irregular en casos sobre delincuencia organizada y de “cuello blanco”:
También descartó los argumentos respecto a que hay casos en que las averiguaciones están mal integradas: “El debido pretexto... el debido proceso”, dijo al mencionar que se fijan hasta en los relojes que no indican la hora de la supuesta detención y otras fallas que a su juicio no deben importar.
Señaló que el Poder Judicial fue presuntamente tomado por Claudio X González y que la ministra presidenta, Norma Piña, aunque ella toma las decisiones –agregó- es orientada por personas como el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá.
Se quejó, por ejemplo, de la liberación del narcotraficante Rafael Caro Quintero, pues el juez si debía saber quién era y no debió dejarlo en libertad, lo que, aseveró, puso en ridículo el prestigio de México.
En respuesta a las movilizaciones anunciadas por trabajadores del Poder Judicial en rechazo a su propuesta de reforma, López Obrador minimizó su impacto, pues comentó que los que trabajan son los auxiliares y secretarios.