A partir de este 19 de marzo entraría en vigor la Ley SB4 firmada por el gobernador de Texas, Greg Abbott, que permitía detener y deportar migrantes. Inicialmente la Suprema Corte de Estados Unidos se había negado a frenar la ley, sin embargo, la Corte Federal la bloqueó.
Al respecto, el gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, informó que no aceptará deportaciones de migrantes bajo esa ley, al considerar que era violatoria a los derechos humanos.
“El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), reprueba la entrada en vigor de la ley SB4 en Texas, que pretende detener el flujo de personas migrantes mediante su criminalización, fomentando la separación de familias, discriminación y perfilamiento racial que atentan contra los derechos humanos de la comunidad migrante”, planteó la SRE.
Al fijar su postura sobre esta medida, el presidente criticó que se trata de manera inhumana a los migrantes y acusó que es una norma violatoria del derecho internacional.
“Es una legislación que corresponde al fuero federal, es como si el gobernador de Tamaulipas quisiera aplicar a una ley en contra de los texanos que visitarán México o transitarán por Tamaulipas”, ejemplificó.