El experto de Causa en Común considera que con López Obrador se terminó por concretar una “devastación institucional”, en pro del robustecimiento de los militares.
“Fue una devastación institucional y todo se resolvió con militares. Institución que se destruía se parchaba con militares, o institución que no servía, en vez de fortalecerla y buscar su desarrollo institucional, simplemente se eliminó y se ponso a cargo un militar. Y lo peor de todo es que es esto también ha ido en detrimento de los mismos elementos militares, que no están de acuerdo en realizar esas tareas”, destaca.
Este martes se concretará otro de los proyectos asignados a las Fuerzas Armadas al poner en marcha la aerolínea Mexicana. El primer vuelo saldrá del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles con destino el recién inaugurado aeropuerto de Tulum, en Quintana Roo.
En el gobierno del presidente López Obrador se han entregado 19 aeropuertos a militares y marinos, a través del Grupo Aeroportuario Olmeca-Maya-Mexica. También se les encomendó la tarea de resguardar el Tren de Pasajeros del Istmo, y la operación y seguridad del Tren Maya.
Juan Carlos Piña, experto en seguridad y profesor en la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey, considera que la sorpresa de este gobierno no es que se haya recurrido a la Sedena para la seguridad, sino para la gran cantidad de tareas que corresponden a civiles.
“Para ciertas políticas públicas se requiere un grado de especialización, entonces tendría que repensarse sobre quién cae la responsabilidad de administrar y operar tareas civiles. Sorprende a la mayoría de los mexicanos que se haya dotado a la Sedena no solamente de atribuciones en materia de seguridad pública, sino que se le hayan dado muchas más tareas. El Tren Maya, el aeropuerto Felipe Ángeles, son sectores especializados dentro del servicio público, no deberían estar concentrado todo en la Sedena”, refiere.
En la recta final del gobierno, también se les asignó a las Fuerzas Armadas parte de la reconstrucción de Guerrero, tras el paso del huracán Otis. A decir de Piña, esa sí es una tarea que corresponde al Ejército, a través del Plan DN-III.
"En la emergencia de Otis me parece bastante adecuada la incursión del Ejército, los planes DN-III, de ayuda ante desastres naturales, han funcionado a manos del Ejército", destaca.