El mandatario federal sugirió a los accionistas de la filial de la estadounidense Vulcan aceptar el acuerdo para la compra de sus más de 2,000 hectáreas que aún tiene concesionadas para explotar roca caliza en el sur del país.
A pesar de que, a decir del presidente, esta empresa incurrió en daños ambientales, demandaron al Gobierno de México por presuntas violaciones al tratado comercial que se tiene con Estados Unidos y Canadá.
Comentó que su Gobierno busca comprar esos terrenos para construir un centro de diversión en la zona ya dañada y otra parte declararlo como reserva natural protegida.
"Estamos planteando que se buscaría la forma de poner un centro diversión, de recreación en la zona ya afectada y el resto lo declararíamos reserva natural protegido, cerca de 2,000 hectáreas”, destacó.
Agregó que a pesar de que esa empresa suele manifestarse a favor de conservar el medio ambiente, no ha aceptado la propuesta.
En su conferencia se proyectó un video en el que se destaca que Calica incurrió en daños al medio ambiente, pero también en excesos pues se benefició más allá de lo que le permitía su concesión.
Al preguntarle si podría expropiar los terrenos de Calica, el presidente sostuvo que la decisión que tome será legal.