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Entrega de bastón de mando, simbolismo con el que AMLO se ratifica como líder

En una evento privado, el presidente López Obrador entregará la conducción del movimiento de la 4T al aspirante de Morena; expertos advierten que se trata de un acto que lo empoderara a él.
mié 06 septiembre 2023 11:59 PM
Bastón de Mando
El presidente entregará un bastón a un aspirante de Morena que no ha pasado por las elecciones federales.

“Aquí te entrego este bastón que representa los deseos de cambio y de transformación de millones de mexicanos, de quienes son los protagonistas de esta historia que nosotros representamos. Yo he venido conduciendo el proceso, ahora te toca a ti seguir adelante”, con estas palabras, el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende entregar la estafeta al hombre o mujer que buscará la Presidencia de la República y la continuidad de transformación a partir de octubre de 2024. Sin embargo, expertos advierten que este acto no significa que soltará la sucesión presidencial, y que en lo político se le verá a él, nuevamente, como el jefe de “campaña”.

“El presidente de la República es el primer jefe de campaña de Morena, no se va a hacer a un lado, no se va a ir de vacaciones ni a ocupar exclusivamente del gobierno, va a ser el jefe de campaña”, sostiene Saúl Ramírez de Arellano, analista político y catedrático en la Universidad Nacional Autónoma de México.

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Aunque tiene una licencia como militante de Morena para no intervenir en asuntos partidistas, López Obrador sigue siendo el principal organizador en el partido, muestra de ello es que fue él quien delineó el proceso y las reglas para elegir al coordinador de Morena y posible sucesor: un proceso interno con asambleas informativas, sin debates, y una encuesta mediante la cual se elegiría al abanderado de Morena-PT-PVEM, todo lo presentó en un papel que firmaron los aspirantes y el dirigente Mario Delgado.

Desde un salón del World Trade Center de la Ciudad de México, Mario Delgado y Alfonso Durazo, líder del partido y presidente del Consejo Nacional, respectivamente, harán públicos este miércoles 6 los resultados de la Comisión Nacional de Encuestas, y las realizadas por De las Heras, Buendía, Mercaei y Heliga.

Es por eso que el presidente marcó el 6 de septiembre como la fecha en que entregaría la estafeta de la conducción del movimiento político a través de un bastón de mando. En algunas culturas indígenas de México, el bastón de mando simboliza la máxima autoridad.

A pesar de que el presidente no es un representante de un pueblo indígena, él ha anunciado que realizará ese acto simbólico; algo diferente a lo ocurrido después de la toma de protesta del 1 de diciembre de 2018, cuando él recibió un bastón de mando.

Hasta el momento, se prevé una ceremonia o encuentro informal, en el que el presidente entregará un bastón de mando, pero éste no tendrá los colores de la bandera de México, algo similar al que recibió en 2018.

AMLO Baston Mando-12.jpg
El presidente Andrés Manuel López Obrador recibió el bastón de mando en 2018.

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Al tratarse de un asunto partidista, la ceremonia de entrega-recepción no se realizará en Palacio Nacional y deberá efectuarse a más tardar la noche del jueves, pues el viernes por la mañana López Obrador saldrá hacia su gira de trabajo en Colombia y Chile.

Verónica Ortiz, analista política, explica que López Obrador es un hombre de símbolos, por lo que con esa entrega de bastón quiere hacer un traspaso de liderazgo en el movimiento, lo que en su opinión refleja que a pesar de ser el presidente de la República nunca abandonó su actividad política.

“El presidente juega con símbolo, esta ceremonia que propone aunque sea privada confirma quien era el líder político del movimiento, aunque él hubiera dicho que había dejado en pausa su militancia para gobernar. En todos estos años ha fungido como el líder partidista, no se asumió como el presidente para todos los mexicanos sino que siguió como un líder político”, sostiene.

AMLO seguirá en campaña

Para los expertos, el fin de cualquier partido político es mantenerse en el poder, por eso es que en repetidas ocasiones, el presidente López Obrador ha hablado de continuidad con cambio, lo que se traduce que en que el poder se mantenga en Morena, pero con un nuevo hombre o mujer al frente de la administración pública.

Justo para “empujar” a su candidato, expertos ven que el presidente será el jefe de campaña, un comportamiento diferente al de sus últimos predecesores.

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“Es algo que no hemos vivido en las recientes elecciones. Enrique Peña Nieto no estuvo encabezando la campaña de (José Antonio Meade), se la confió en gran parte a Aurelio Nuño, en la elección pasada de (Felipe) Calderón, como no fue su candidato, evidentemente no hizo campaña con Josefina Vázquez Mota, no la apoyó de la forma en que ella hubiera esperado”, recuerda Saúl Arellano.

Intentar influir en un proceso electoral para beneficiar a su candidato o a su partido, no es un asunto exclusivo de Andrés Manuel López Obrador y de México, aclaran.

“Todos los presidentes que están en el poder tratan de incidir para que gane su partido, que él sea reelecto o que gane su candidato preferido, esto es en esta democracia y en cualquier otra... hay un riesgo siempre latente de que el presidente trate de incidir de manera ilegal para favorecer a sus candidatos y a su partido”, explica Fernando Barrientos, politólogo y profesor de la Universidad de Guanajuato.

La intención de López Obrador de “incidir” en el proceso electoral se explica por dos asuntos, de acuerdo con los expertos: ganar con amplio margen en las elecciones de 2024, o porque Xóchitl Gálvez y el Frente Amplio son más amenaza de lo que el presidente y su partido quieren reconocer.

“El propio presidente sabe que existe e riesgo de perder la elección. Presidencial, por eso no va a escatimar ningún recurso, ni tiempo para tratar de retener la presidencia para su partido, Morena”, agrega Saúl Arellano.

¿Qué detiene a un presidente de intervenir de forma ilegal en una elección? Fernando Barrientos lo explica así:

“Primero que exista un Estado de Derecho eficiente e instituciones eficientes. Segundo que la misma oposición haga contrapesos y que también exista un espíritu democrático de sus propios seguidores y de los candidatos, porque a nadie le convendría que el presidente pusiera en riesgo la elección porque es muy probable que su partido vuelva a ganar”.

Sin un lugar fijo, la entrega de la estafeta del movimiento de transformación está en cuenta regresiva. ¿Quién lo recibirá? Es cuestión de horas para saberlo.

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