En su vistita a Acapulco, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que hay un repunte en la violencia en Guerrero, sin embargo, rechazó que haya “focos rojos” en la entidad.
"Puede ser que haya repuntes en algunos casos, pero ya no hay asociación delictuosa, ya no está mezclada la delincuencia y la autoridad, ya está pintada la raya", dijo este viernes.
López Obrador aseguró que se ha logrado una disminución en la incidencia delictiva del estado, pues en 2017, por ejemplo, hubo 2,310 homicidios, sin embargo, el año pasado este delito cerró con 1,137 muertes violentas.
"Vamos avanzando vamos muy bien, vamos avanzando en contracorriente, pero avanzando", dijo el presidente.
En los últimos meses, Gurrero ha tenido un repunte en la violencia. El primer semestre del 2023 se registraron 800 homicidios dolosos, lo que representa un incremento de 20% respecto el mismo periodo del año anterior cuando sumaron 666 muertes intencionales.
A finales de julio y principios de agosto, la entidad gobernada por Evelyn Salgado se vio marcada por homicidios, enfrentamientos, bloqueos e incendios de vehículos.
Ese estado tiene presencia de al menos 16 agrupaciones criminales, entre ellas: Cartel Jalisco Nueva Generación, Guerreros Unidos, Los Viagra y La Nueva Familia Michoacana.
López Obrador afirmó que ha habido una disminución en los homicidios dolosos de la entidad y se comprometió a seguir traficando para devolverla paz a esa entidad del Pacifico mexicano.
“Guerrero nada que ver por ejemplo con Guanajuato, no quiere decir que no haya problemas pero vamos a seguir trabajando, atendiendo las causas”, destacó.
La violencia que afecta al estado el presidente la atribuye a una herencia que le dejaron gobiernos anteriores, en los que dijo, no estaba “bien pintada la raya” entre autoridad y delincuencia.
“Durante el gobierno de (Felipe) Calderón se estableció en México un narco estado, el señor García Luna está preso por eso. Entonces estamos avanzando a pesar de esa herencia de grupos que se fueron tolerando desde Calderón y el gobierno anterior pero vamos avanzando nada más que no es un asunto que se pueda resolver como quisieran los conservadores”, dijo el mandatario federal.
El presidente criticó que cuando Guerrero registraba más de 2,000 homicidios por año no se dijera nada.
El avance en la pacificación de ese estado, lo atribuyó a atender las causas que originan la violencia y a los programas sociales que están repartiendo.
“Atribuyo el avance que hemos logrado a los programas de bienestar, a la atención a los jóvenes, al combate a la pobreza, el casi en todos los hogares de Guerrero llegue cuando menos un apoyo ya sea un programa de bienestar o una porción pequeña del presupuesto nacional que antes no llegaba. Entonces la paz es fruto de la justicia pero es un proceso hay que seguir”, comentó.
