Sugirió a Blinken que, si quiere intervenir en temas de democracia, lo haga con Perú, donde –acusó– se cometieron injusticias con la destitución de Pedro Castillo.
“Que se ocupen de lo que está pasando Perú, donde ahí la embajadora de Estados Unidos es la asesora de los golpistas que pisotearon la libertad y la democracia en ese país, destituyendo injustamente al presidente y encarcelándolo”, criticó.
El mandatario mexicano lamentó que en Estados Unidos aún haya funcionarios que “no abandonan la política” que prevalecía hace dos siglos: sentirse el gobierno de mundo.
“Y no es nada más el Departamento de Estado, es la naturaleza, cuando menos la costumbre, que viene de siglos en el gobierno y en las élites de Estados Unidos", añadió.
El presidente lamentó también que un periódico estadounidense dedicara su portada a la concentración "Mi voto no se toca", realizada en defensa del Instituto Nacional Electoral.
"Ocho columnas y fotografía para la marcha de los corruptos, porque ese periódico como otros en Estados Unidos protege a las mafias de poder económico en el mundo", comentó.
La diferencia entre México y Estados Unidos, abundó es que en el primero gobierna el pueblo y en el segundo, la oligarquía.