Uno de los 100 compromisos que hizo López Obrador luego de tomar posesión como el presidente número 65 de la historia de México, fue que ningún funcionario público tendría un sueldo mayor al suyo.
Para cumplir con ese compromiso, se aprobó la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos en la que se establece que ningún funcionario puede ganar más que el Presidente de la República.
Sin embargo, varios funcionarios interpusieron un amparo contra esa legislación para que su sueldo no fuera disminuido.
Algunos de los funcionarios que perciben un sueldo mayor al del presidente son el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, la presidenta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Graciela Márquez, la gobernadora del Banco de México, Victoria Rodríguez, el titular del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, y la comisionada presidenta del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), Blanca Lilia Ibarra.
El presidente señaló que le tiene molesto que algunos funcionarios sigan percibiendo altos sueldos, por lo que buscará que en la ley quede la prohibición de altos salarios para servidores públicos.
La fracción segunda del artículo 127 de la Constitución establece el tope salarial para los funcionarios, sin embargo, debido al amparo, no todos se sujetan a este.