El presidente Andrés Manuel López Obrador calificó de “muy corriente” y “muy vulgar” que haya políticos como el morenista Porfirio Muñoz Ledo y el priista Francisco Labastida que lo acusen de sostener algún vínculo con el narcotráfico y los retó a presentar pruebas.
“Si tienen pruebas, que las presenten y que dejen de calumniar, es muy lamentable, vulgar, bajo, pero tampoco crean que me preocupa mucho”, dijo el presidente este viernes en su conferencia de prensa.
Este jueves el exdiputado federal de Morena, Porfirio Muñoz Ledo, acusó al presidente Andrés Manuel López Obrador de tener un pacto con el narcotráfico.
“Él piensa que puede heredar el próximo gobierno su asociación con los delincuentes y que eso le otorga mayor poder, porque además de tener autoridad, recursos del gobierno federal, esto se suman a los de narcotráfico, entonces que no hay nada que se le pueda oponer a esto llamamos en México el maximato”, lanzó en la plenaria de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL), realizada este jueves.
De parte del excandidato a la Presidencia de la República, Francisco Labastida, también vinieron señalamientos. El político del PRI acusó al gobierno de López Obrador de favorecer al cártel de Sinaloa.
“Hay indicios, como dicen los abogados, pero no pruebas. Indicios que apuntan a una protección que es muy sospechosa del gobierno sobre el narcotráfico”, dijo el político.
Respecto a estas acusaciones, el presidente lamentó que aun conociéndolo haya quienes se atrevan a vincularlo con el crimen organizado.
“Es realmente muy corriente muy vulgar todo esto, lo lamento porque por ejemplo el licenciado Muñoz Ledo, me conoce muy bien y se atreve a sostener de que el gobierno tiene vínculos con el narcotráfico, es un juicio sin fundamento, temerario, el señor Labastida lo mismo, pero además sin ninguna prueba”, destacó.
El presidente dijo que pese a esas acusaciones tiene tranquila su conciencia, porque no sostiene ningún pacto de complicidad con quienes están fuera de la ley.
“En primerísimo lugar porque estoy tranquilo con mi conciencia y en segundo lugar porque es falso, completamente falso, yo no establezco relaciones de complicidad con nadie, por eso puedo enfrentar a la mafia del poder, a los delincuentes dedicados a la violencia, a la delincuencia organizada y a la delincuencia de cuello blanco”, dijo.
En los 42 meses que lleva su gobierno, López Obrador ha sido cuestionado por algunos episodios relacionados con miembros del crimen organizado y sus familiares.
Uno de ellos fue cuando tras un operativo para cumplimentar una orden de extradición contra Ovidio Guzmán, se le dejó en libertad, otro más cuando en una visita a Badiraguato saludó a María Consuelo Loera Pérez, la mamá del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, así como las cuatro visitas que ha realizado “Triángulo Dorado”, una zona de producción y trasiego de drogas y cuna de diversos narcotraficantes.
“Yo no soy (Carlos) Salinas, (Ernesto) Zedillo, ni soy (Vicente) Fox, ni soy (Felipe) Calderón ni soy (Enrique) Peña Nieto. Ahora imagínense el argumento de que yo hice acuerdo con Peña Nieto que por eso gane, pues no, yo lo que hice fue agradecerle a Peña Nieto de que no se metió como lo hizo Fox”, dijo.
