Al borde de las lágrimas, el presidente se refirió a la adversidad que por años han tenido que enfrentar sus hijos José Ramón, Gonzalo Alfonso y Andrés Manuel López Beltrán, a quienes incluso se les complicaba conseguir escuela.
“Tengo la ventaja, se puede decir así, que hemos sido espiados durante muchos años, desde que ellos estaban pequeñitos, bueno cuando empezamos a ser oposición en Tabasco nos costó trabajo conseguir escuelas para que los inscribieran. Ya se pueden imaginar las que hemos pasado, ellos saben que desde niños hemos tenido carros de vigilancia enfrente de nuestra casa”, compartió.
En las últimas semanas, el hijo mayor del presidente López Obrador ha sido blanco de polémica luego de que una investigación del portal de noticias Latinus y la organización Mexicanos Contra la Corrupción e Impunidad (MCCI) difundiera que en Houston, Texas, ha vivido entre lujos y que ocupó una residencia propiedad de un alto ejecutivo de una empresa contratista de Pemex.
El propio José Ramón López Beltrán ha afirmado que vive de sus ingresos como asesor legal y ha aclarado que no tiene injerencia en el gobierno de su padre, el presidente López Obrador.