"Ese va a ser el argumento para pedir al presidente de la Corte de que este asunto se vea como asunto de Estado. Voy a hablar con él con el propósito de que estos amparos sean desechados, porque sería una injusticia más que se le diera trámite", dijo durante un acto público.
Para el mandatario, es posible que algún "leguleyo" defienda la aplicación del Estado de derecho, "pero siendo un asunto de Estado y de justicia, el Estado de derecho que ellos esgrimen es siempre estado de chueco, no de derecho".
En reunión con los ocho pueblos yaquis, integrantes de estos pidieron al presidente intervención para frenar los amparos contra el decreto, firmado el 28 de septiembre pasado.
De acuerdo con lo expuesto, en 1955 el gobierno los despojó de una parte de las aguas que un decreto del expresidente Lázaro Cárdenas les había dado, y ahora los amparos buscan impedir otra vez que se les vuelva a dar agua.
Los representantes de los pueblos dijeron que hay "intereses ajenos" que por décadas se han beneficiado de concesiones de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Ante esto, López Obrador planteó que pedirá a Zaldívar que los amparos no prosperen, por justicia y basado en la historia.
Dos jueces han concedido la suspensión del decreto, impugnado por integrantes del pueblo de Pótam y de la Tropa Yoremia, que argumentan exclusión de uno de los ocho pueblos yaquis, que el gobierno los dividió al entregar directamente los recursos a dirigentes y no a las comunidades, que el decreto no resuelve el despojo de agua y, además, que ahora como usuarios del distrito deberán pagar cuotas e impuestos.