López Obrador señaló que, a diferencia de sus antecesores, a su gobierno le preocupa que no se pierda la vida, ni en enfrentamientos entre presuntos criminales.
“Están muy interesados nuestros adversarios en la provocación, en que caigamos en la trampa de la provocación de la violencia, porque quisieran mancharnos, quisieran poder decir: es lo mismo de antes, no, yo no soy Peña ni soy Felipe Calderón. No soy partidario del mátalos en caliente, no soy partidario de masacres, no soy partidario de torturas, no soy partidario de la asociación delictuosa que se daba entre delincuencia y autoridades, somos distintos”, aclaró.
El mandatario hizo un llamado a los michoacanos a no caer en la confrontación ni en la violencia, y dijo que su gobierno no permitirá el surgimiento de grupos de autodefensa como sucedió durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
López Obrador descartó visitar en las próximas semanas el municipio de Aguililla, porque –dijo– no quiere “hacerle el caldo gordo” a sus adversarios o a los medios de comunicación.
El mandatario comentó que se instaló una mesa de diálogo en Michoacán en busca de la pacificación, sin embargo, mientras tanto ya solicitó a los pobladores no caer en la violencia ni en la confrontación.
“Que se ayude a conseguir la paz, que no se tome el camino de la violencia, de la confrontación, que hagamos a un lado el odio, el rencor, que llevemos a la práctica el principio de amor al prójimo, que no nos hagamos daño, no a la violencia, sí a la paz, al dialogo, y que no se dejen manipular por grupos delictivos que tienen otros propósitos”, agregó.