La intromisión de AMLO
Cuando en los primeros meses de 2021, Guerrero y Michoacán eran las entidades sobre las que opinaba el Presidente, hasta hace unas semanas, y pedía al Instituto Nacional Electoral (INE) y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) no dar una sanción severa a los candidatos Félix Salgado Macedonio y Raúl Morón Orozco. Ahora su atención la ocupa Nuevo León y los candidatos punteros: Adrián de la Garza del PRI y Samuel García de MC.
De acuerdo con cifras de SPIN Taller de comunicación, desde el 4 de abril hasta el pasado 10 de mayo, el presidente Andrés Manuel López Obrador se refirió a la elección de Nuevo León en 17 ocasiones.
A ellas se les debe sumar las de la semana que concluye. El martes se refirió a la investigación que inició la Fiscalía General de la República (FGR) en contra de los dos candidatos punteros en la contienda por la gubernatura y reconoció que se metió a la elección a pesar de haber firmado el Acuerdo Nacional por la Democracia.
“Pero, ¿cómo no voy a tener que ver?... Claro que sí, claro que sí, si aquí lo di a conocer, si es de dominio público, lo estoy diciendo, no podemos ser cómplices del fraude”, dijo cuando una reportera le comentó que partidos de oposición lo señalaban de “meter las manos en las elecciones”.
El miércoles aseguró que no sería ningún cómplice de fraude, por lo que pidió a la fiscalía investigar todos los intentos de compra de voto, sin importar de qué candidato o partido se tratara. El jueves afirmó que si bien ha recurrido ante la Organización de Estados Americanos (OEA), será la Fiscalía General de la República la que determine si es o no delito electoral.
Para Arturo Espinosa, la intromisión del Presidente en el proceso electoral viola uno de los principios rectores de la democracia: la imparcialidad. Considera que ello responde a que hay una desesperación del Ejecutivo federal porque las preferencias hacia Morena y sus candidatos bajó de un año a otro.
Hasta hace meses, recuerda que varias encuestas advertían de la posibilidad de que Morena obtuviera “carro completo” el 6 de junio al llevarse la mayoría en la Cámara de Diputados y 14 de las 15 gubernaturas. Pero el escenario hoy es diferente.
“Es la desesperación porque no está obteniendo los resultados que busca y quiere tratar de incidir en esos resultados, y también busca un contexto poselectoral, polarizado, complejo, en el que acuse a las autoridades y oposición, el Presidente no es un buen perdedor”, asegura el analista Arturo Espinosa, aunque él descarta una anulación de la elección en la entidad.