Con el lema "Empresarios, sí; traficantes de influencias, no", López Obrador destacó que mantiene una "muy buena relación" con el sector empresarial y se ha logrado avanzar en temas trascendentales para el país.
"Conseguimos juntos el nuevo tratado con Estados Unidos y con Canadá (T-MEC), también se mejoraron los salarios y aceptaron los empresarios que sean mejores las condiciones para los trabajadores que se jubilen", destacó.
Si bien los acuerdos en los temas que comentó el presidente han prosperado, el actual gobierno y el sector empresarial han tenido diferencias en otros ámbitos.
Incluso, el primer mandatario ha llegado a referirse a los empresarios como "adversarios", "neoliberales", "conservadores" y dedicados a un modelo económico "corrupto". Mientras que el sector empresarial ha acusado que el presidente los trata con desdén y ha advertido de posibles crisis económicas en su administración.
Pese a estos señalamientos, López Obrador y la cúpula empresarial se han reunido en varias ocasiones, incluso desde poco antes de que el morenista llegara a la Presidencia de la República.