¿Y el discurso anti-sistema que ha construido López Obrador no puede servirle para que Morena permanezca en el poder otros seis años?
El discurso cada vez va a importar menos, lo que va a importar ya a partir de ahora son los resultados. Si arroja buenos resultados le va a ir bien, si arroja pésimos resultados o muy malos le va a ir mal cualquiera que sea su discurso. Su discurso le sirvió para llegar al poder, para mantener una mayoría de apoyo el año pasado, pese a malos resultados, pero eran malos relativamente, no fueron catastróficos. Eso ya se va a ir acabando cada vez más rápido y su discurso ya no va a importar. Claro, ese discurso sí va a seguir vigente con sus devotos incondicionales, ellos lo compraron y no lo van a abandonar, pero los demás, la gente que no sea de sus incondicionales, el discurso cada vez va a importar menos, al grado de que ya no va a importar nada.
¿Y Morena, dónde quedará? ¿Tiene la base suficiente para consolidarse como un partido hegemónico, de los principales?
No, ya no. Se pensó que podía, eventualmente, en condiciones normales y si le iba bien al gobierno de López Obrador, reconstruir un partido hegemónico, y no tan automáticamente, porque eso tampoco es fácil, pero sí un partido dominante que pudiera preservarse varios años, varios sexenios, incluso. ¿De qué dependía? De los resultados. Si los resultados van a ser desastrosos, como podrían serlo, pues Morena no tiene futuro, por eso no descarto totalmente el escenario en el que algunos grupos y personajes de Morena empiecen a distanciarse respecto del presidente porque sino se los va a llevar para abajo también a todos y entonces ya el repetir en el 2024, que en el principio del año pasado lo veíamos como muy probable, ahorita se va a hacer cada vez más complicado.
Los tres tapados hasta ahorita son Ebrard, Monreal y Claudia Sheinbaum. Yo creo que los tres están viendo que las cosas no van bien. Son lo suficientemente inteligentes y realistas como para ver que las cosas no van bien. Cada uno está tratando, en su ámbito, de hacer lo mejor que puede. Monreal con algunas declaraciones que lo que permiten es ver que no está viendo las cosas muy bien, aunque no lo diga de manera más explícita; Sheinbaum con sus decisiones que se alejan de las del gobierno federal, y Marcelo que tiene menos margen de maniobra, porque es parte del gobierno y cualquier disidencia le puede costar el cargo, está haciendo su política, los encargos que le da el presidente lo mejor posible, ahí la gente juzgará qué tan bien o no lo está haciendo, pero seguro, por lo que conocemos a Ebrard, que no está viendo lo mismo que Rocío Nahle o Irma Eréndira Sandoval.
¿El concepto de la llamada “Cuarta Transformación” acabará con AMLO?
En condiciones normales y de haber tomado medidas adecuadas y con cierto éxito, hubiera quedado perfectamente y hubiera continuado la “Cuarta Transformación”, no que se hubiera concluido en este sexenio, sino puesto las bases para que más adelante otros gobiernos de Morena la continuaran y la pudieran profundizar. Pero en estas condiciones, con esta crisis que se les va de las manos, económica que puede ser muy profunda, sí se acaba, el concepto de “Cuarta Transformación”, quedará solamente como un lema demagógico. Pretendía que iba a ser esto como la Independencia, como la Reforma, cuando no sabíamos ni qué iba a pasar y él ya la había calificado como las tres transformaciones históricas de México, pues quedará simplemente como una expresión más de una soberbia enorme, una megalomanía histórica.