Ante esta situación, López Obrador hizo un llamado a terminar con el robo de combustible a la par que pidió no estigmatizar a las víctimas ni sus familiares, pues aclaró que fueron las circunstancias las que los llevaron a acercarse a esa toma clandestina la tarde-noches de aquel viernes 18 de enero.
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El presidente consideró que esta tragedia tuvo su origen en la “subcultura” en la que las personas veían cómo sus gobernantes robaban. ”Se preguntaban por qué no hacerlo para sobrevivir aunque ello les costara la vida”, comentó.
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López Obrador reiteró que lo ocurrido hace un año en Hidalgo es uno de los momentos más difíciles que ha tenido que enfrentar su gobierno. “Fue muy doloroso, considero que fue lo más triste que hemos padecido desde que estamos en el gobierno, muy lamentable lo que sucedió”, expresó.
Hace unos días, el gobierno federal informó que a un año de iniciar el Plan conjunto del gobierno de la República para combatir el robo de hidrocarburos en Pemex se ha logrado reducir en 91%.
De acuerdo con el gobierno federal, con información del 10 al 16 de enero, en Hidalgo hay 57 tomas clandestinas de robo de hidrocarburos, el Estado de México 22, Guanajuato cinco, Nuevo León dos, Michoacán dos, y entidades como Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Puebla, Querétaro, Baja California, Sonora y Ciudad de México, una cada una.