La sanción más fuerte, sin embargo, no fue económica: el INE “bajó” 11 candidaturas locales que ganaron su elección pero evadieron la auditoría y no reportaron al INE ni una sola operación.
Las sanciones se impusieron resultado de las revisiones realizadas por la Unidad Técnica de Fiscalización (UTF), misma que detectó 8,049 faltas o irregularidades cometidas por candidatos a juzgadores federales y 9,547 por abanderados locales.
La irregularidad más común en el primer caso fue la ausencia de comprobación de gastos, por 2.5 millones de pesos; recibir aportaciones prohibidas (en efectivo o en especie por personas físicas o morales) y realizar gastos que no se reportaron ante el INE, pero que fueron detectados durante la fiscalización, por 1.5 millones de pesos.
En el caso de los abanderados a jueces o magistrados locales la anomalía más recurrente fue la ausencia de comprobación de gastos, que en conjunto ascendieron a 1.5 millones de pesos.
“Las faltas no son menores (hubo) múltiples casos de ingresos y aportaciones prohibidas, egresos no comprobados, omisiones en la presentación de estados de cuenta, XML o reportes en el MEFIC, eventos celebrados sin registro, con información falsa", advirtió la consejera presidenta de la Comisión de Fiscalización, Carla Humphrey.
“Se registraron múltiples piezas de propaganda en redes sociales y páginas de internet, muchas sin facturas, sin avisos de contratación, sin evidencia de pago, sin origen identificable. Detectamos influencers, consultorías opacas, contenido pautado sin reporte en el MEFIC y triangulación de gastos”, agregó.
Lamentó que las multas económicas son bajas por resolución judicial: los candidatos a jueces locales fueron el nivel de elección con mayor monto de sanción, 5.3 millones de pesos en conjunto, y 4.3 millones de pesos para los candidatos a magistrados de tribunales colegiados de circuito.
El consejero Martin Faz recalcó lo bajo de las sanciones, pero consideró que fue derivado de que en las campañas judiciales se impuso todo tipo de control: no recibir financiamiento de ningún tipo, usar solo recursos personales, no imprimir propaganda más que en materia reciclable, además de no realizar foros ni debates si no estaban todos los contendientes.