Por unanimidad admitieron que durante los cómputos distritales se detectaron cinco tipos de anomalías: “boletas planchadas” o sin dobleces dentro de las urnas; “casillas zapato” (con el 100% de boletas a favor de una candidatura) y casillas donde hubo más votos que los ciudadanos anotados en Lista Nominal (LN).
En otras casillas se registraron niveles de votación imposibles en las 10 horas de jornada electoral. También hubo 'operativo acordeón' y acarreo.
Los consejeros reconocieron además que se registró financiamiento ilegal de propaganda en forma de acordeones y se distribuyó de forma masiva en todo el país, incluso durante la veda. Sin embargo, se dejó al Tribunal la valoración de su impacto y determinancia en la elección.
De forma inédita, los consejeros decidieron declarar como “votos inviables” los recibidos en esas casillas.
“Los supuestos precisados viciaron de forma irreparable la votación recibida en estas casillas. Permitir que votos obtenidos bajo tales condiciones sean integrados al cómputo equivale a validar los efectos de dicha violación, contraviniendo la obligación estatal de impedir que actos contrarios a los derechos humanos produzcan consecuencias jurídicas. (...) El efecto práctico inmediato sería la resta de dichos sufragios de las cifras registradas en los cómputos distritales”, decidieron.
Para una mayoría de seis consejeros bastó, como medida correctiva de “limpieza de la elección”, no considerar los votos emitidos en esas casillas con anomalías y no contabilizarlos en la sumatoria final de la elección de ministros.
Los restantes cinco consejeros, además de no contar esos votos, plantearon que, dada la gravedad de las conductas detectadas, no se podía declarar la validez de la elección. Pero al no tener las atribuciones para invalidar el proceso, votaron por considerarlo “no válido”, aunque quedaron en minoría.
El INE reportó que se dejaron de contabilizar 3.7 millones de votos de la elección de ministros de la Corte emitidos en 818 casillas con anomalías.
Sin embargo, dado que en esas casillas se actuó de forma irregular, no solo al emitirse votos a favor de ministros y ministras, sino en los seis niveles de elección, las prácticas fraudulentas marcaron los seis procesos y no solo el de integrantes de la Corte.
Así quedó reflejado en los seis acuerdos emitidos por el Consejo General para realizar la sumatoria de votos de cada elección y emitir la declaratoria de validez.
Los “votos inviables” para magistrados de circuito ascendieron a 3.2 millones. En 834 casillas se detectó una de las irregularidades o “conductas antijurídicas” y en 44 casillas se presentaron hasta dos.
3.4 millones de votos no fueron tomados en cuenta en las elecciones de jueces de distrito. En 838 casillas se halló una irregularidad grave, mientras que en 49 se ubicaron dos tipos de anomalías.
En la elección de magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial, fueron 1.9 millones de votos los anulados. En este caso, 929 casillas presentaron anomalías: 889 casillas de estas presentaon un supuesto y 40 dos.
Se consideraron inviables para ser contabilizados un millón de sufragios en el caso de magistrados de circuito: se detectaron 834 casillas que presentaron un supuesto y 44 con dos supuestos.
En la elección para magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral, órgano responsable de velar por procesos electorales democráticos y proteger derechos político-electorales de los ciudadanos, se consideraron producto de anomalías 751,000 votos,
También en la elección de magistrados electorales de Salas Regionales se detectaron conductas irregulares: en 787 casillas con una anomalía y en 54 casillas con dos. Incluso en una casilla se reportaron hasta tres.
En todos los casos, las irregularidades detectadas en las casillas y por las cuales se decidió que los votos emitidos en ellas eran “inviables” para ser considerados en la sumatorio de votos, el INE estableció que se trata de “posibles conductas antijurídicas y hallazgos que pudieran ser constitutivos de un análisis de la autoridad jurisdiccional”.