“El llamado es a todos los sectores: al Congreso, al Senado, a los líderes políticos y a la ciudadanía. Es urgente desarmar los espacios públicos de hostilidad y reconocer el sufrimiento de tantas familias que siguen buscando a sus hijos e hijas desaparecidos”, indicó.
El obispo también recordó otros casos de violencia en el país, como el del sacerdote Marcelo Pérez que fue asesinado en Guerrero, al igual que el padre Miguel Agustín Pro.
“No dejemos que las víctimas se vuelvan cifras. La paz se construye desde el corazón, en las casas, en las escuelas y también en los lugares de poder”, agregó.
En memoria de los sacerdotes jesuitas asesinados, la iglesia realizó un repique de campanas a las 15:00 horas, tras el llamado que hizo la Conferencia del Episcopado Mexicano para recordar a las víctimas de la violencia.
Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar fueron asesinados el 20 de junio de 2022 en la comunidad de Cerocahui, de Urique, Chihuahua, por intentar defender a Pedro Palma Gutiérrez, un guía turístico que buscaba refugio tras ser perseguido por un sicario.
José Noriel Portillo Gil, “El Chueco”, es señalado como el presunto homicida de los padres jesuitas y el guía. Tras su identificación, fue hallado sin vida el 22 de marzo de 2023 en Choix, Sinaloa.