Propuesta gradual y sin afectar productividad
La confederación propuso que la transición a una jornada de 40 horas se realice de forma gradual en dos años, para que cada sector tenga tiempo de adaptarse sin perder empleos ni productividad.
La organización pidió también reformar el artículo 123 constitucional, para establecer como derecho universal el descanso por cinco días trabajados. También solicitó crear la prima sabatina.
Esta prima reconoce el esfuerzo de quienes laboran en sábado. A su vez, se propuso reducir la jornada a 40 horas pero con pago de 56, para que los ingresos de los trabajadores no se vean afectados.
Negociación colectiva y ajustes fiscales
La alianza de trabajadores planteó usar la negociación colectiva como herramienta para aplicar estos cambios. Cada sindicato podrá definir con responsabilidad el modo en que se implementa la reforma.
El documento propone ajustes al ISR en horas extra. Según la central obrera, trabajar más no debe ser un castigo fiscal. También sugiere brindar flexibilidad a sectores específicos como el turístico.
La organización aclaró que solo el 8% de los sindicatos afiliados pertenece a Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES), y desmintió que la reforma afecte negativamente a estas empresas.
Enfoque en salud mental, bienestar y productividad
Otro de los puntos fue incorporar un enfoque de salud mental y bienestar. Menos horas de trabajo, según el comunicado, significan mejor calidad de vida para las personas trabajadoras.
La CTM afirmó que trabajar menos no reduce la productividad. Por el contrario, indicó que experiencias internacionales muestran mejoras en condiciones y rendimiento.
"Menos horas, más vida. Más derechos, menos desgaste", señaló el Comité Nacional de la organización. Las propuestas se presentaron el 19 de junio en la Ciudad de México.