El INE detectó 818 casillas que fueron identificadas como "zapato", es decir, con el 100% de los votos a favor de un candidato; urnas "embarazadas" con boletas sin dobleces o votaciones atípicas. En total se emitieron en esas casillas 3 millones 779, 672 votos, mismos que no fueron contabilizados, no obstante, se hizo válida el resto de la votación.
Por las anomalías, cinco consejeros votaron por declararla “no válida”, pues valoraron que hay anomalías inaceptables.
La mayoría de seis de once consejeros decidieron declarar la validez del proceso y hoy algunos de ellos salieron a defenderse.
De manera particular fue cuestionada la consejera Carla Humphrey, quien el 15 de junio, en la sesión, acusó y denunció irregularidades, pero votó a favor de la validez, con lo que se lograron los seis votos mayoritarios.
"Nadie, de los 11 que estamos en esta mesa, determinaron que había pruebas fehacientes para declarar la invalidez del proceso. Eso fue lo que pasó. No hay una consejera y un consejero electoral, a nadie oyeron que propusiera la invalidez del proceso, porque no hay pruebas fehacientes”, dijo.
Lo que se planteó, dijo, “es que hay dudas, hay indicios” y eso no es suficiente, agregó, para declarar no válida.
Consideró que al final la consecuencia de declarar la validez o la “no validez” sería la misma:
“La validez es entregar constancias, la no validez es no entregar las constancias. Decir que no es válida, pero entregar las constancias, pues para mí es en los hechos darle consecuencias jurídicas a la elección y determinar quiénes fueron las personas ganadoras. O sea, quedamos en lo mismo”, añadió.
“De todas formas (el Tribunal Electoral) va a resolver porque está impugnada esta elección y no desde el desde el domingo, desde antes de la propia jornada”, sostuvo.