Al igual que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el nuevo Tribunal de Disciplina Judicial, que investigará y sancionará a los juzgadores federales, se pintará de guinda.
La reforma al Poder Judicial establece que este Tribunal estará conformado por cinco personas: tres mujeres y dos hombres.
Hasta las 12:20 horas de este miércoles, con el 86.1% de las actas computadas, quienes se perfilan para ocupar esos lugares son morenistas o personas cercanas a ese partido político.
La historia se repite, pues de los nueve candidatos que llegarán a la Suprema Corte, al menos seis tienen vínculos con el partido en el gobierno y todos aparecieron en las "guías" que restringieron las autoridades electorales.
El Tribunal de Disciplina Judicial suplirá al actual Consejo de la Judicatura Federal; será un órgano con independencia técnica y de gestión; su principal función será investigar y sancionar a juzgadores cuando no actúen con ética, profesionalismo y respeto a la ley.
En el caso de las mujeres, encabeza la votación Celia Maya, con el 7.9% de los sufragios. Forma parte de Morena, partido por el cual ha sido candidata al gobierno de Querétaro, aunque nunca ha ganado.
También fue propuesta por el expresidente Andrés Manuel López Obrador como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en 2018, pero tampoco llegó a esa posición.
En 2019, durante el gobierno de López Obrador, fue subdirectora General Jurídica de Conagua y en 2023 fue elegida por el Senado para ser integrante del Consejo de la Judicatura Federal, cargo que ocupa actualmente.
Por número de votos le sigue Verónica De Gyvés Zarate, quien hasta esa hora llevaba el 7.6%. También es cercana a Morena, ya que en 2021 formó parte de la terna de López Obrador para ser ministra de la SCJN, pero esa vez ganó Loretta Ortiz.
De igual modo, es consejera de la Judicatura Federal y cuenta con más de 30 años de experiencia en el Poder Judicial. Ha recibido críticas debido a que integrantes de su familia ocupan cargos judiciales.
Por ejemplo, su esposo Rafael Guerra es el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la CDMX; su hermano Francisco De Gyvés es secretario de apoyo en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación; su sobrino Antonio Vázquez De Gyvés es secretario auxiliar en la Corte.
En tercer lugar está Isabel García Pérez, quien llevaba el 6.4% de los sufragios. Su último cargo fue como titular del Órgano Superior de Auditoría y Fiscalización Gubernamental (OSAFIG) en Colima, el cual es gobernado por la morenista Indira Vizcaíno Silva.
En el caso de los hombres se encuentra en primer lugar Bernardo Bátiz, con el 7.1% de los votos. Es de las personas más cercanas y de confianza de López Obrador desde hace más de 20 años. Fue diputado constituyente, por lo que contribuyó a la creación de la primera Constitución de la Ciudad de México.
El abogado por la UNAM fue procurador General de Justicia de la CDMX cuando López Obrador era el jefe de Gobierno de la ciudad.
En 2021 fue parte de la terna que envió López Obrador al Senado para ser ministro de la Cote, pero no fue seleccionado. Al igual de Celia Maya y Verónica De Gyves, es integrante del Consejo de la Judicatura Federal.
En segundo lugar de los hombres -última posición que da un lugar en el Tribunal- se encuentra Rufino H. León Tovar; él llevaba 5.9% de los votos hasta las 12:20 horas. Es magistrado presidente de la primera sala del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCA), pero en 2021 intentó ser precandidato a la gubernatura de Hidalgo por Morena.
Ha tenido diversos cargos públicos en la Ciudad de México. En el gobierno de López Obrador fue director General de Asuntos Jurídicos en la Secretaria de Seguridad; con Marcelo Ebrard estuvo como director General de Servicio de Transportes Eléctricos, y con Miguel Mancera ocupó el cargo de secretario de Transportes y Vialidad.
Estos cinco personajes también aparecieron en los acordeones que se distribuyeron masivamente en el país antes y durante las elecciones, de los cuales se han deslindado candidatos y partidos.
La conformación del Tribunal de Disciplina es importante, ya que tendrá la facultad de investigar e imponer sanciones a los servidores públicos del Poder Judicial cuando cometan faltas administrativas como corrupción, tráfico de influencias, nepotismo, complicidad con delincuentes o cuando sus resoluciones no se ajusten a los principios de “objetividad, imparcialidad, independencia y profesionalismo”.
No sólo investigará, vigilará y sancionará a jueces, magistrados y ministros, también podrá solicitar juicio político e incluso denunciarlos ante el Ministerio Público. Algunos juzgadores lo han llamado una instancia “inquisidora”.
Para sus funciones de investigación y vigilancia de juzgadores, el Tribunal contará con dos órganos auxiliares: uno es el Órgano de Investigación de Responsabilidades Administrativas, que se encargará de investigar hechos u omisiones que puedan constitutir faltas administrativas por parte de servidores del Poder Judicial; este contará con agentes investigadores.
El segundo será el Órgano de Evaluación del Desempeño Judicial, que evaluará y dará seguimiento a la labor de los órganos jurisdiccionales, con excepción de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y el Tribunal Electoral.
