“La militarización en nuestro país ni siquiera es una política pública, es una política de Estado. Está establecida en la Constitución y por más que la presidenta tenga una visión de corte más civil, tiene poco o nulo espacio para revertirla”, explica.
Otro factor clave para fortalecer a las policías locales, señalan los especialistas en seguridad, es la voluntad política, pues a su consideración sigue siendo limitada, especialmente a nivel municipal.
Canjura subraya que la mayoría de los municipios no tiene ni siquiera un interés genuino en generar recursos que permitan operar una policía funcional.
“Son instituciones que dependen presupuestalmente de los municipios y eso en sí mismo ya representa una vulnerabilidad”, advierte.
"La dependencia creciente (hacia) la Guardia Nacional si bien puede ser útil en contextos críticos no es sostenible a largo plazo. En muchos casos, las policías terminan prácticamente subordinadas a la Guardia, lo que se vuelve una respuesta temporal ante contingencias graves”.
En el mismo sentido, Vargas lamenta que no haya incentivos claros para que los gobiernos locales fortalezcan sus cuerpos policiales.
“En el ámbito local hay muchas debilidades institucionales para obtener recursos financieros y también hay muchísima falta de voluntad política para incrementar, por ejemplo, la recaudación y financiar condiciones laborales”, señala.
Además, resalta que a nivel federal las leyes actuales tampoco definen con claridad quién debe asumir el costo de mejorar las condiciones laborales.
“La ley federal debería ser muy clara sobre cuáles son los mecanismos de financiamiento destinados no solo para equipamiento y profesionalización, sino sobre todo para mejorar las condiciones laborales”, plantea.La dependencia creciente de la Guardia Nacional, si bien puede ser útil en contextos críticos, no es sostenible a largo plazo, advirtió la vocera de Causa en Común.
“En muchos casos, las policías terminan prácticamente subordinadas a la Guardia Nacional, lo que se vuelve una respuesta temporal ante contingencias graves”, explicó Canjura.
Ambos analistas estiman que lo urgente es avanzar hacia una recuperación institucional de las policías locales, con un compromiso político real, mecanismos legales claros de financiamiento, y una visión de seguridad pública centrada en cuerpos civiles, profesionales y dignificados.
"No se pueden construir carreras policiales de largo plazo y tampoco formar a policías comprometidos con la corporación y con la población misma, si no están garantizados estos elementos mínimos de bienestar laboral, es muy difícil que la coordinación y la colaboración que se plantea desde la federación pueda ser funcional o eficaz", apunta Vargas.