El próximo jueves está previsto que entre en vigor un arancel del 25% a los automóviles que no sean fabricados en Estados Unidos, mientras que el miércoles Trump anunciará una salva de impuestos aduaneros "recíprocos" contra los países que graven la importación de bienes estadounidenses.
Ambos funcionarios también dialogaron sobre el trasiego de armamento a través de la frontera compartida de 3,100 kilómetros.
"El secretario Rubio mencionó que había que redoblar esfuerzos para controlar el tráfico ilícito de armas desde Estados Unidos hacia México y otros países de la región, con respeto a las soberanías", añadió la Cancillería mexicana.
México reclama que el 74% de las armas de los grupos delictivos que operan en ese país llegan de Estados Unidos y mantiene dos demandas ante tribunales estadounidenses contra armerías por considerar que su comercio "negligente e ilícito" alienta la espiral de violencia que desde 2006 acumula unos 480,000 asesinatos.
De acuerdo con la Cancillería mexicana, Rubio también "agradeció a México el trabajo coordinado y respetuoso en los temas de migración y seguridad, que ha permitido, entre otros, reducir los flujos migratorios irregulares".
El viernes pasado la secretaria de Seguridad estadounidense, Kristi Noem, se reunió en México con la presidenta, Claudia Sheinbaum.
Noem reconoció como "un paso positivo" el despliegue de la Guardia Nacional mexicana en la frontera, pero dijo que "aún queda mucho por hacer para detener el flujo de drogas y de migrantes indocumentados".
Trump acusa a los cárteles mexicanos de traficar fentanilo y a los gobiernos de Canadá y México de ser incapaces de evitar el contrabando de esa droga, razón por la que ha amenazado a ambos países con aranceles del 25%.
A inicios de marzo, el republicano acordó aplazar esa medida para los productos vendidos al amparo del T-MEC hasta el 2 de abril, tras una conversación con Sheinbaum.