Las solicitudes de refugio en México realizadas por personas de países como Honduras, Venezuela, El Salvador, Cuba y Haití se han incrementado exponencialmente desde el primer periodo de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos.
Las solicitudes han pasado de 8,791en 2016 a batir récord con 140,720 personas solicitantes en 2023 y cerrar 2024 con 78,975.
Los migrantes, lo han usado como estrategia para mantener una condición legal en México y que sus desplazamientos y estancia en el país sea con mayor tranquilidad en los que intentan llegar a Estados Unidos, como su destino final.
Además, el republicano canceló las citas a través de la aplicación CBP One para personas que buscan asilo en Estados Unidos y dio luz verde para que se incrementen los operativos antiimigrantes en escuelas e iglesias.
A finales de la semana pasada, Estados Unidos desplegó tropas en la frontera con México y aviones militares comenzaron a sacar migrates sin estatus legal del país.
La nueva política migratoria de Estados Unidos puede llevar a un incremento aún mayor de inmigrantes que, al ver truncado su camino hacia el ‘sueño americano’, opten por permanecer en México y no regresar a sus países, apunta Andrés Ramírez Silva, exfuncionario del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Muchas de las personas que llegaban sabían que desde México podrían solicitar una cita para poderse entrevistar en el lado norteamericano de la frontera y solicitar el asilo en los Estados Unidos.
“En el momento en el que se desmantela el CBP One, ahora con la entrada de Trump a la oficina oval, es evidente que muchas de estas personas que pensaban tendrían esta oportunidad y al no tenerla no encontrarán más remedio que buscar asilo en México”, explica en entrevista.
Con la cancelación del CBP One, alrededor de 270,000 migrantes quedaron varados en México y que ya tenían cita, de acuerdo con el medio CBS News que consultó a fuentes del gobierno estadounidense.
Un segundo factor está en la decisión de Trump de restablecer el programa ‘Quédate en México’, cuyo nombre oficial es Protocolo de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), con el cual se obliga a las personas solicitantes de asilo a mantenerse en México mientras esperan la resolución de sus proceso migratorio ante el Gobierno estadounidense.
Esto se acompaña de las declaraciones extremas del presidente de Estados Unidos, quien es arropado de un gabinete con la misma orientación. “Son proclives a tener una política muy antinmigrante, muy radical contra el asilo, con un discurso bastante xenófobo”, señala Ramírez.
Para el experto en migración, quien fue titular de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, los puntos donde podría surgir una mayor tensión ante el incremento de inmigrantes serían ciudades de la frontera norte como Tijuana y Ciudad Juárez, así como en la frontera sur si el Gobierno mexicano continúa con su política de contención.
“Se generará un tapón en el sur y esto desde luego lleva a una mayor concentración de migrantes que querían transitar pero no pueden porque cada vez hay mayor contención o de personas que buscan protección internacional ante la Comar”, apunta.
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El asilo en México
Con Barack Obama en su segundo periodo como presidente (2013 a 2016) fueron 15,645 personas las que pidieron el reconocimiento como refugiados en México; para el primer periodo de Donald Trump (2017 a 2020) se multiplicó casi 10 veces la cantidad de solicitantes para alcanzar un total de 154,970 personas.
El incremento continuó durante la presidencia de Joe Biden (2021 a 2024) pues 468,205 personas solicitaron refugio al Gobierno mexicano, tres veces el número de solicitudes registradas durante la primera administración de Trump y casi 30 veces las peticiones hechas en el periodo de Obama.
Luego de alcanzar un récord con 140,720 peticiones en 2023, hubo una disminución en 2024, sin embargo aún 78,975 personas pidieron refugio en México, siendo las principales nacionalidades Honduras, Cuba, Haití, El Salvador y Venezuela.
La coyuntura de la política migratoria de Trump se encuentra con una Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados que está desgastada y sin titukar, advierte Ramírez Silva.
“La Comar se ha ido debilitando en términos del presupuesto y realmente es preocupante. Ahora estamos viendo que en vez de tratar de buscar un mayor apoyo está habiendo recortes importantes, se están quitando algunos de los apoyos que se lograron tener en el sexenio de López Obrador”, señala.
De 2013 a 2024 México ha reconocido como refugiados a 141,003 personas, mientras a 12,715 les ha otorgado Protección Complementaria (PC), una protección otorgada por la Secretaría de Gobernación a personas extranjeras que no han sido reconocidas como refugiadas, sin embargo, no se les devuelve a su país ya que su vida se vería amenazada o correría peligro de ser víctima de tortura u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Por otro lado, el Gobierno mexicano ha negado las solicitudes de 57,490 personas.
Las principales nacionalidades de quienes han recibido reconocimiento como refugiados o Protección Complementaria en México son personas originarias de Honduras, Venezuela y El Salvador, quienes representan el 78.8% de los casos.
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En EU también se incrementaron
En Estados Unidos también se han incrementado las solicitudes de asilo en los últimos años: en 2023 se registraron 945,370 peticiones, mientras ese mismo año apenas 54,350 fueron aprobadas con el estatus de asilo.