México debe negociar y poner límites, coinciden expertos ante órdenes de Trump

'No estamos lejos de un dron del lado mexicano'

Sumano consideró que la presidenta Sheinbaum, junto con el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, quizá tenían la impresión de que, si daban un giro a la estrategia de seguridad López Obrador y demostraban resultados rápidos, podían evitar la declaración de los cárteles como organizaciones terroristas, sin embargo, eso no sucedió.

“A lo mejor se pecó de ingenuidad. Lo que sí es claro, me parece con esta declaratoria, que Estados Unidos de alguna manera se está quitando ‘los guantes’, ya no habrá, digamos, esa red de protección legal que era un poco lo que hace designar a los grupos criminales como organizaciones terroristas”, indicó el especialista.

"Permite darle la vuelta muchas de las restricciones legales; hay mucha gente que dice: 'estamos lejos de pensar que habrá un dron del lado mexicano', efectivamente me parece que aún no hemos llegado ahí, pero sí es un paso previo, probablemente no estaremos hablando bajo ningún sentido de algún tipo de operación directa de parte de elementos armados de los EU en México, pero nos acercamos cada vez más a ver, sí puede ser un ataque con un dron a un laboratorio de fentanilo, o inclusive poder llegar a extracciones por parte de, a lo menor, de Fuerzas Armadas de Estados Unidos de capo, de algún líder criminal".

Lo que está haciendo Trump, abundó el especialista, es mandar el mensaje al gobierno de mexicano de que hay una especie de última oportunidad en el tema del combate a los cárteles.

Subraya que esta declaratoria también le da muchas herramientas al gobierno de Trump para actuar en materia financiera a través del congelamiento de cuentas y la recuperación de activos.

"Obviamente ellos ya están ganando sus puntos políticos, si no, 'pues ya podemos actuar de manera unilateral'. No es imposible que se pueda ver, a lo mejor, en algún momento, un ataque con drones contra laboratorios de fentanilo, cosas por el estilo, pero aún hay camino por recorrer y habrá que ver cómo responde la presidenta de México", sostiene Sumano.

"Otro aspecto es que endurece las penas, es decir, las penas que estábamos viendo por tráfico de drogas, por otro tipo de actividades criminales, (...) suben mucho. También les permite saltarse muchos, o prácticamente todos los tratados internacionales. En resumen, lo que está haciendo esto es (...) un poco liberar al gobierno de estados Unidos de muchos de los candados que le impiden tomar acciones mucho más agresivas contra estos grupos".

Para Sumano, casos como el del ex secretario de la Defensa Nacional de México, Salvador Cienfuegos, quien fue acusado por cargos de narcotráfico en EU, pero fue liberado por intervención del gobierno de López Obrador, han dañado la confianza entre México y Estados Unidos en materia de seguridad.

“Lo que pasó en el caso del Mayo Zambada es una demostración de que la paciencia del lado norteamericano se ha agotado y desgraciadamente Trump llega en un momento en que la confianza entre las instituciones de seguridad de Estados Unidos y las instituciones de seguridad en México está probablemente en su punto más bajo”, considera el especialista.

Sumano ve incluso un posible "regreso" a la década de los años 90, cuando Estados Unidos calificaba a México en su desempeño en tareas en seguridad, pero ahora bajo la amenaza de aranceles.

Aranceles, la amenaza latente de Trump

Juan Carlos Baker, académico de la Universidad Panamericana, ex subsecretario de Comercio Exterior en México y ex negociador del T-MEC, consideró que el anunció de Trump de imponer aranceles del 25% a México y Canadá el 1 de febrero, es más un recurso de negociación que un hecho.

“Esta declaración hay que tomarla con un grano de sal, incluso me parece que la secuencia de lo que se ha ido anunciando cae dentro de una estrategia: si (se aplica) el arancel contra México de manera inmediata, el país no va a tener mucho incentivo para cooperar en los temas que a Donald Trump le importan.

“En la estrategia de Donald Trump le ha de resultar mucho más útil dar un señalamiento en los temas importantes (…) y luego tener como la espada de Damocles el tema de arancel”, indicó Baker.

Esto además significaría una violación a los términos del propio Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), abundó .

El académico consideró que la situación de los aranceles se debe analizar con la cabeza fría, pues “la pelota está en el lado de México” y no se puede descartar ningún curso de acción.

“México no puede descartar en estos momentos ningún tipo de decisión o de posible curso de acción. Trump nos está amenazando con aranceles, creo que cometeríamos un error si nosotros salimos a decir ‘no hay que poner aranceles nunca’”, advirtió.

Baker estimó que Trump ha dado señales a México de estar dispuesto a negociar, por lo que es importante que México plantee los problemas como un asunto conjunto, donde ambos países deben cooperar para su solución.

El académico opinó que Jamieson Greer, propuesto por Trump para la Oficina Comercial de Estados Unidos, es una persona razonable que conoce bien México, pues estuvo relacionado en la negociación del T-MEC y es consciente de que el rival comercial es China.

Sobre el banquero Howard Lutnick, quien se perfila como secretario de Comercio en el gabinete de Trump, Baker espera que se dé cuenta de que Estados Unidos necesita de la industria de México.

“Los dos tienen un jefe que es Donald Trump, entonces independientemente de lo que ellos piensen, creo que van a seguir muy de cerca la línea que les va a marcar el presiente”, añadió el especialista.

¿Y ahora qué debe hacer México ante Trump?

Las especialistas Verónica Ortiz, ex directora del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi) y Maureen Meyer, analista de migración y vicepresidenta de Programas de la organización Wola, coincidieron en que el gobierno mexicano marcar límites, poner "líneas rojas" y negociar ante el contenido de las distintas órdenes que firmó Trup, por ejemplo, para endurecer la frontera con México.

Ortiz consideró que hasta ahora la presidenta Claudia Sheinbaum ha actuado bien, pero el tema del discurso de defensa de soberanía nacional debe pasar a otro nivel de negociación en temas concretos.

“Creo que (debe) dejar ese tono de sarcasmo que pudo haber tenido un buen efecto en días pasados para presentar y plantear propuestas muy concretas y saber qué es lo que debemos a exigir a cambio”, dijo.

De cara a la nueva implementación del programa Quédate en México, dijo Ortiz, también debe negociarse y tener una actitud más proactiva.

“¿Qué hay para México? México no tiene las capacidades ni los recursos ni las capacidades materiales de infraestructura y de servicios que se necesitan en todo caso para recibir la cantidad de gente que puede estar llegando. Debe de haber un acuerdo de cómo se va a manejar”, sostuvo.

Por ejemplo, añadió, México debe establecer si va a permitir el ingreso sólo de connacionales o de personas de otras naciones.

Maureen Meyer, de Wola, expuso que México deberá negociar hasta qué grado se aplica el programa “Quédate en México”, es decir, qué permite y qué aranceles impone en correspondencia con los que le sean impuestos.

“Y toca seguir recordando al gobierno de Trump sobre el impacto en su propia economía”, apuntó.

“Y espero que también estén haciendo la lista de productos en los podría México imponer aranceles a Estados Unidos. Esperemos que no llegue a eso (guerra de aranceles) y que ,como ha dicho el gobierno mexicano y la presidenta Sheinbaum, queremos seguir dialogando en una buena relación pero respetar la soberanía es muy importante”.

Además, estimó que en el alcance que tenga la nueva política migratoria de Estados Unidos será clave el papel del sector empresarial.

Esto porque, valoró, es tal la importancia económica de la población migrante en esa nación que podría impactarse a empresas, negocios y parte del sector agropecuario.

"todo eso podría desmantelarse si se empieza con deportaciones masivas”, sentenció.

“Hay que recordar que todas las personas indocumentadas pagan impuestos, contribuyen al sistema de seguro social en Estados Unidos, o sea beneficios que ellos nunca van a poder acceder, son millones de dólares que ellos están dando a la economía; también muchas personas indocumentadas tienen empresas, son pequeños empresarios, tienen empleados”.

Incluso, declaró, para la reconstrucción de la zona devastada por los incendios en Los Ángeles requerirán de la mano de obra de las personas indocumentadas, por los que deportarlos sería “un balazo en el pie”.

“Yo creo que la clave va ser cómo es el papel del sector empresarial en Estados Unidos, o sea, Trump sabemos que tiene aliados que son multimillonarios, billonarios, qué tanto todo este sector también presiona a que, si se van hacer deportaciones masivas, al mismo tiempo ampliar la cantidad de visas temporales para que haya trabajadores”, concluyó.