La planta, que ha sido clave para la generación eléctrica desde 1975, también ha sido una fuente constante de contaminación debido al alto contenido de azufre del combustóleo que utiliza.
De acuerdo a un estudio realizado por la organización Iniciativa Climática, las comunidades cercanas, como El Llano y Teocalco, han enfrentado años de exposición a niveles peligrosos de dióxido de azufre
Esta contaminación ha sido señalada como un factor que afecta gravemente la salud de más de 120,000 personas en la región.
Más allá de la energía: un cambio integral
El anuncio no se limitó al cambio de combustible en la planta. Sheinbaum presentó un plan ambicioso para convertir a Tula en un modelo de sostenibilidad.
Entre las iniciativas más destacadas se encuentra la creación de un espacio para la economía circular en terrenos cercanos. Este proyecto incluirá una fábrica que transformará residuos orgánicos en pellets de carbón vegetal.
"Toda la basura de esa zona se va a recolectar y se van a hacer plantas de tratamiento de basura para poderlas reutilizar en otras cosas. Esta ciudad la vamos a convertir en la ciudad más limpia y de mejor calidad de vida que cualquier ciudad que haya en nuestro país", explicó Sheinbaum
Además, se planea sanear el Río Tula y todos sus afluentes.