"La organización de Hernández-Salas cobraba a los migrantes hasta decenas de miles de dólares por realizar el viaje y les indicaba por dónde cruzar ilegalmente la frontera con Estados Unidos, incluso proporcionándoles una escalera para saltar la valla fronteriza", informó el Departamento de Justicia de EU.
El fiscal general de EU, Merrick B. Garland, reveló que la organización de Hernández-Salas "contrabandeó" migrantes desde Bangladés, Yemen, Pakistán, Eritrea, India, Emiratos Árabes Unidos, Uzbekistán, Rusia, Egipto, Brasil, Perú, Ecuador, Colombia, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y México.
“Su declaración de culpabilidad es el ejemplo más reciente del largo alcance y el compromiso inquebrantable de la Fuerza de Tarea Conjunta Alpha (JTFA) para llevar ante la justicia a los líderes de las operaciones de contrabando de personas que victimizan a los migrantes con fines de lucro y ponen en peligro nuestra seguridad nacional”, señaló.
“Los contrabandistas de personas son despiadados: mienten, roban y ponen en grave peligro a sus víctimas, sembrando la muerte y la devastación en toda nuestra región”, agregó el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro N. Mayorkas.
Hernández-Salas y sus cómplices solían operar armados con pistolas y cuchillos, y también robaban dinero y artículos personales a los migrantes.
De acuerdo con las investigaciones de autoridades estadounidenses, la detención de la mexicana fue resultado de una investigación conjunta que inició hace tres años para desarticular a redes de tráfico de personas que operan en la frontera.
“Hernández-Salas dirigía una prolífica organización de contrabando de personas que traía ilegalmente a migrantes de todo el mundo a los Estados Unidos, cobrando a los migrantes miles de dólares, y a menudo robándoles dinero y pertenencias adicionales”, advirtió la viceasistente principal del Fiscal General, Nicole M. Argentieri.