Entre 2019 y 2023, la Fiscalía inició 6,035 carpetas de investigación por la probable comisión de delitos de tráfico ilícito de personas, el cual está previsto en el artículo 159 de la Ley de Migración.
El tráfico de migrantes se configura cuando se ayuda a una o más personas a internarse en otro país sin la documentación correspondiente con la intención de obtener un beneficio económico.
El tráfico de migrantes es un negocio altamente rentable. De acuerdo con reportes de la Secretaría de Gobernación, los migrantes suelen pagar en promedio unos 4,500 dólares a un guía o a un coyote.
La Unidad de Política Migratoria advierte que siete de cada diez personas migrantes provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador que cruzaron a los Estados Unidos de manera irregular por la frontera norte de México, utilizaron algún guía o “coyote”.
Cálculos de Encuesta Sobre Migración en la Frontera Sur (EMIF SUR) revelan que esta actividad deja cada año ganancias por más de 615 millones de dólares en México.
Fabienne Cabaret, subdirectora de la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho (FJEDD), explica unido al crecimiento del fenómeno migratorio, el tráfico de migrantes es una actividad que ha ido a la alza.
“El tráfico ilegal de personas migrantes va ligado a las políticas públicas que tenemos aquí. México siempre se ha alineado a las exigencias y a las políticas de Estados Unidos, entonces eso genera, una situación de mucha tensión en territorio mexicano, y por otro lado va de la mano y la problemática tan grande que tenemos de violencia en nuestro país. El tráfico ilegal de personas migrantes se ha convertido en una industria, en una fuente de recursos económicos para la delincuencia organizada”, explica.