En promedio, de cada 100 indagatorias iniciadas, menos de seis llegaron a manos de un juez, y apenas tres se convirtieron en un proceso penal. Además, hubo 13 fiscalías (40%) que no obtuvieron una sola sentencia.
De acuerdo con el Informe del Observatorio Ciudadano Anticorrupción 2023-2024, en el primer semestre de este año, los organismos abrieron 7,258 indagatorias, pero solo lograron llevar 523 ante un juez. De esa cantidad, únicamente 27 concluyeron con una sentencia condenatoria, es decir, 0.4% de las carpetas abiertas.
Además, hay cinco fiscalías que no lograron ninguna investigación judicializada en ese periodo: Campeche, Chiapas, Colima, Guerrero y Sinaloa. Mientras que 19 no reportaron ninguna sentencia condenatoria.
Presupuesto insuficiente
Los resultados de estos organismos son limitados porque la mayoría carece de presupuesto, personal y materiales suficientes para responder a las cargas de trabajo y cumplir con su mandato de forma óptima.
En 2023, el promedio nacional del presupuesto asignado a estas dependencias fue de 28 millones de pesos. No obstante, algunas fiscalías cuentan con un gasto sumamente bajo, como la de Guerrero, que recibió 3.6 millones de pesos el año pasado. Esto equivale a 11 veces menos dinero que el destinado a la Fiscalía Anticorrupción de Durango, cuyo presupuesto fue de 46 millones.