"La Constitución permite superar nuestras diferencias y estar de acuerdo en lo fundamental, sin embargo, desde su creación en 1917, ha sufrido más de 800 modificaciones, signo inequívoco de permeabilidad constitucional, que tiene dos rostros", expresó.
"La adaptabilidad como un texto vivo, dinámico a las nuevas y emergentes reglas del juego, pero implica que la excesiva flexibilidad a la hora de ser modificada erosiona su estabilidad y legitimidad, vulnerando sus atributos, como ese manto protector de certeza, de confianza, de seguridad y, sobre todo, de unión entre las y los mexicanos”.
La ministra presidenta de la SCJN y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), además señaló que al sistema de justicia le hace mucha falta el talento universitario para ayudar a superar los retos que enfrenta México en esta materia.
"En donde la independencia y la responsabilidad de las y los jueces son elementos fundamentales para fomentar y mantener la confianza de la sociedad", abundó Piña.
La ministra aseguró que, por décadas, el Poder Judicial Federal, por conducto de sus impartidores de justicia, ha "hablado" a través de sus sentencias, las cuales, destaco, han sido reconocidas tanto a nivel nacional como internacional por proteger derechos y libertades.
"Es un legado que se debe reconocer y la historia así lo hará”.
Norma Piña, presidenta de la SCJN
Agregó que es indispensable que las nuevas generaciones de estudiantes cultiven y potencien el pensamiento crítico y la creatividad para garantizar el derecho de cada persona a acceder a una justicia pronta, completa, imparcial e independiente.
Durante el encuentro, Natalia Turrent González, estudiante de la Universidad Cristóbal Colón de Veracruz, dijo que el país debe mejorar el sistema de impartición de justicia para lograr instituciones transparentes y efectivas, por lo que es primordial la interacción de la Corte con los estudiantes.
Renata Díaz Burgos, estudiante de la Universidad Panamericana, señaló que ante los cambios constitucionales al Poder Judicial el propósito de los futuros abogados es servir a la sociedad y contribuir en la impartición de justicia.