El pasado jueves, ocho ministros de la SCJN aceptaron abrir una controversia sobre la Reforma Judicial, aprobada en el Congreso de la Unión, para determinar si la Corte puede revertirla o anularla.
A favor de esa resolución votaron los ministros Norma Piña, Margarita Ríos-Farjat, Juan Luis González Alcántara Carrancá, Javier Laynez, Alberto Pérez Dayán, Alfredo Ortiz Mena, Luis María Aguilar y Jorge Pardo. Mientras que la ministra Lenia Batres votó en contra porque considera que la Suprema Corte no puede convertirse en un Poder reformador.
Aseguró, además, que el voto de los ocho ministros es un “golpe de estado” porque, aunque no busca quitar el poder a la Presidenta, sí es un intento de desconocer la Constitución y sienta un mal precedente para el país.
“Si la Corte puede sustituir el contenido constitucional, se convierte en un súper Poder que nunca hemos tenido, y eso, aquí y en todos lados, suele llamarse dictadura. Imagínense que hoy nos quite el artículo tercero (sobre educación), después el 21 (de garantías individuales), qué locura, ¿no?", explicó en entrevista.
Al acudir a la toma de protesta como jefa de Gobierno de la Ciudad de México de Clara Brugada, la ministra Lenia Batres criticó que sean los propios jueces y magistrados quienes han interpuesto amparos y diversos recursos jurídicos para buscar revertir la Reforma Judicial, ya que existen normas y leyes que establecen que esta institución no puede ser “juez y parte” en este tema.
El gran violador de las leyes y de la constitución es el Poder Judicial, los jueces, los magistrados y los ministros, es gravísimo",
Lenia Batres, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
Por su parte, la ministra en retiro y diputada federal, Olga Sánchez Cordero, se dijo respetuosa de las instituciones, pero consideró que la controversia que abrieron los ministros de la SCJN solo es un trámite que aún no está firme.
“Vamos a ver en qué resulta, ya ahorita es una realidad la reforma, entonces vamos a ver para adelante”, declaró.
En su conferencia matutina de este 4 de octubre, la presidenta Claudia Sheinbaum criticó la resolución de los ocho ministros de la Suprema Corte y aseguró que sus decisiones son políticas y no jurídicas.
"No vamos a caer en ninguna provocación, en ninguna. Y yo más bien digo que es un golpe aguado, no un golpe de Estado, porque, la verdad, pues, ¿qué sustento tiene?", apuntó.