Alertan que, por primera vez en la historia del PRI, el dirigente se elige a puerta cerrada, sin propuestas, debate ni proyecto de futuro. Advirtieron que el daño jurídico se podrá reparar cuando los órganos electorales anulen la Asamblea Nacional, donde se avaló que el presidente del partido puede buscar la dirigencia por dos periodos consecutivos.
“El PRI es un partido secuestrado por la ambición personal de Alejandro Moreno, alejado del buen desarrollo institucional del partido. El daño jurídico infligido el día de hoy al PRI se podrá reparar cuando el INE y el Tribunal Electoral anulen la Asamblea Nacional ilegal, así como todos los actos derivados de ella, como es la reelección. Sin embargo, el daño moral por los actos ilegales de la actual dirigencia será difícil de resarcir”, afirmaron.
Los expresidentes sostuvieron que la reelección de Alejandro Moreno afecta los principios de igualdad sustantiva y de paridad de género a la que está obligado el PRI, conforme a la Constitución y a los Estatutos.
“La posibilidad de que el actual dirigente se pueda reelegir en otros dos periodos ordinarios, después de que ya concluyó un ordinario y otro extraordinario, es inconstitucional y antiestatutario por incumplir y violar la regla de paridad en la elección de dirigentes, dado que no permite la alternancia de género”, reclamaron.
Señalaron que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha sido permisivo ante el “atraco” de la dirigencia nacional.
Además, sostuvieron que la Asamblea Nacional –del pasado 7 de julio donde se modificaron los estatutos para permitir la reelección del presidente– tiene múltiples ilegalidades en cuanto a su ejecución, ya que el Reglamento para su organización no fue aprobado por el Consejo Político Nacional como lo establecen los Estatutos.
También apuntaron que no hubo información oportuna de los cambios estatutarios que se iban a votar ese día ni tampoco hubo acceso amplio a las mesas de discusión para los delegados interesados en participar.