El acuerdo aprobado en diciembre establece que la distribución debe hacerse por partido, no por coalición.
"Ese acuerdo tiene el sello de la definitividad. Lo importante de este acuerdo es que todos los partidos y los consejeros lo conocimos al mismo tiempo, lo trabajamos todos, antes de que existieran candidaturas, coaliciones", dijo Taddei.
''Seremos respetuosos de lo que el Tribunal confirme o revoque'', señaló.
El pasado 2 de junio se realizaron elecciones federales para elegir relevo en la presidencia y para renovar las dos Cámaras: el Senado y la Cámara de Diputados. Los resultados fueron contundentes en número de votos, pero la controversia está en la próxima asignación de diputados plurinominales.
La virtual presidenta Claudia Sheinbaum, cuya principal promesa de campaña en materia de justicia fue aprobar la reforma judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, alcanzó 59.75% de la votación nacional.
En las dos cámaras, además de los triunfos en las urnas en cada una de las 32 entidades para elegir senadores y en cada uno de los 300 distritos para elegir diputados, será el Instituto Nacional Electoral (INE) el que antes del 23 de agosto, ya que se resuelvan las impugnaciones, decida la asignación de legisladores plurinominales.
Ahí es donde está el conflicto por venir, pues Morena y sus aliados –Partido del Trabajo (PT) y Verde (PVEM)– ya anticipan que les corresponden más de los que, de acuerdo a la oposición –y ahora se añaden jueces y magistrados del Poder Judicial– les tocan, por lo que han anunciado una batalla jurídica para frenarla.
El objetivo será impedir que Morena y aliados logren mayoría calificada de la Cámara de Diputados –es decir, la tercera parte de los 500 diputados, mínimo 334 curules– pues de alcanzar esa fuerza legislativa la 4T tendrá vía libre para cualquier reforma a la Constitución sin depender para nada de los votos de la oposición.