Por otro lado, las proyecciones de Segob y por tanto de Morena dejarían a la oposición reducida a 25.2% del total de la Cámara y sin poder contener ni el presupuesto anual ni ninguna reforma legal y menos constitucional.
El Partido Acción Nacional (PAN) alcanzaría 68 diputados, 32 de mayoría y 36 pluris, equivalentes según las mismas cifras de Segob, a 13.6% de la Cámara de Diputados, pese a tener 18.02% de votación nacional efectiva. El porcentaje según cómputos distritales varía ligeramente si incluye votos nulos, pro independientes y otros y es de 16.8%.
El PRI tendría 6.6% de las curules, con 33, de ellas 9 de mayoría y 24 de representación proporcional, aunque también Segob indica que su VNE fue superior: 11.87%, por lo que estaría subrepresentado. Los cómputos distritales le dieron un porcentaje de 11.13%.
El PRD ,aun sin registro, llegaría un diputado. Del otro lado, Movimiento Ciudadano, que ganó VNE de 11.65% tendría sólo 4.8% de las curules al quedar con un diputado de mayoría y 23 pluris, una bancada total de 24 legisladores.
Por eso, del lado opositor están los argumentos respecto a que la sobrerrepresentación debe aplicarse por Coalición y no por partido. Es decir la 4T no tendría mayoría calificada en la Cámara de Diputados.
La razón es que la sobrerrepresentación y sus dos candados buscaban pluralidad y garantizar que las fuerzas minoritarias no quedaran sub representadas, no que el ganador tuviera más legisladores.
Ese argumento defendió el PRD desde 2009, y lo esgrimió Morena en 2015, contra el “exceso” de PRI-PVEM, batalla que dieron experredistas que emigraron a filas guindas.
Pero en 2018 el partido guinda ya no criticó la sobrerrepresentación por partido, cuando morenistas y aliados se beneficiaron de ella, al triunfo de Andrés Manuel López Obrador, que jaló votos y le dio mayoría legislativa.
De acuerdo a datos del exconsejero del INE e investigador de la UNAM, Ciro Murayama, quien ha pedido que se considere sobrerrepresentación por partido y no por coalición, ese exceso de curules benefició a PRI-PVEM en 2012, pues tuvo 48.2% de las curules con 40.0% de los votos y en 2015 50% de los diputados con 40.3% de los votos.
Pero a partir de 2018 esa sobrerrepresentación se disparó en 15.7% y Morena y aliados que ese año formaron la coalición Juntos Haremos Historia tuvo 61.6% de la Cámara con el 45.9% de los sufragios.
Sin embargo, el acuerdo emitido en diciembre por el INE ya previó que aplicará tal cual la fórmula considerando sobrerrepresentación por partido. Lo mismo ocurrió en 2015 y 2018 cuando ya se había alertado la estrategia para tener más diputados que la votación obtenida, pero el INE no hizo caso.
Ahora, según ese acuerdo del INE y de aplicarlo en sus términos, se cumplirá el objetivo de sobrerrepresentación de la 4T, aunque siempre podrá ser impugnado ante la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que siempre ha validado el exceso de curules por partido y dado mayorías al bloque ganador en turno.
El pasado 27 de junio, la consejera presidenta del INE, Guadalupe Taddei, dijo en sesión del organismo que este ya cuenta con un acuerdo emitido, que está vigente y es el que se aplicará pues no modificará las reglas.
“El INE tiene la gran ventaja y virtud de haber tomado este acuerdo antes incluso de que existieran las coaliciones, No existían votación, candidaturas, ni coaliciones y pudimos tomar este acuerdo. Hubo dos impugnaciones que se resolvieron en tiempo y que confirmaron los lineamientos que tenemos, de tal manera que eso está firme, eso lo conocen todos los partidos y esos serán los lineamientos que apliquemos”, advirtió.
Es decir, el INE perfila aplicar sobrerrepresentación como ha ocurrido en el pasado, por partido, aunque la oposición quede sub representada.