Para 2023, al sector salud se le aprobó un presupuesto global de 937,492 millones de pesos, es decir, 4.2% más respecto a 2022. Sin embargo, las autoridades sanitarias no ejercieron los recursos en su totalidad.
El año pasado, el sector salud gastó únicamente 875,353 millones de pesos, lo que equivale a 6.6% menos recursos de los autorizados.
En total, las instituciones, los hospitales y los programas que conforman el sector salud público no utilizaron 62,139 millones de pesos que tenían disponibles, de acuerdo con un análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Se trata de la cifra más grande para el sector salud en los últimos 10 años. En 2013 se gastaron 9,910 millones de pesos adicionales, es decir que ese año no se registró un subejercicio.
Para 2018, el último año del sexenio del priista Enrique Peña Nieto, el recorte al gasto sanitario fue de 319 millones de pesos, una diferencia de 0.04% entre lo aprobado y lo ejecutado. Mientras que en 2019, primer año del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el subejercicio fue de 2.8%, con 22,353 millones de pesos.
En el sexenio de Peña Nieto, de 2013 a 2018, el sector salud acumuló un subejercicio total de 28,677.4 millones de pesos, frente a los 35,555.7 millones de pesos en los primeros cinco años de la administración de López Obrador (2019-2023).
Este subejercicio es mayor pese a que en 2020 y 2021, por la pandemia de covid-19, el sector salud gastó más dinero de lo aprobado originalmente.
Al descontar el dinero que no utilizó el sector salud, se concluye que, en los hechos, en 2023 hubo un recorte, debido a que el gasto ejercido fue 2% menor al de 2022.
Judith Méndez, autora de la investigación, explica en el informe que no hay una justificación para utilizar menos dinero en el sector salud.
En un contexto donde se requieren más médicos, infraestructura sanitaria e insumos, estos recortes podrían comprometer los tratamientos y servicios médicos de la población.
Estos subejercicios no coinciden con una menor necesidad de servicios de salud”,
La Secretaría de Salud fue la institución del sector que registró el mayor subejercicio en 2023, al dejar de utilizar 104,191 millones de pesos, equivalentes al 49.7% de su presupuesto aprobado.
Aunque desapareció formalmente en mayo de 2023, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) alcanzó a recibir presupuesto para ese año y dejó sin ejercer el 59.7% de los 107,216 millones de pesos que le había autorizado la Cámara de Diputados.
Una proporción de esos recursos fue transferida a IMSS-Bienestar, organismo público descentralizado que adoptó las funciones que en un principio se asignaron al Insabi.
El Instituto Nacional de Neurología fue el hospital con el mayor recorte. Contó con un presupuesto aprobado de 1,444.3 millones de pesos para 2023, pero únicamente gastó 1,230.7 millones de pesos, 14.8% menos.
