Transición en Morena será tersa, pero el reto vendrá con el retiro de AMLO
A diferencia de otros partidos, en Morena no se prevén conflictos en el cambio de dirigencia; sin embargo, los retos vendrán cuando el presidente deje la política pues es quien mantiene la cohesión.
Casi concluido el proceso electoral más grande de la historia de México y a 10 años de su fundación como partido político, Morena se prepara para la renovación de su dirigencia nacional, hoy a cargo de Mario Delgado y Citlalli Hernández.
Una elección por Congreso Nacional y el nombre de Luisa María Alcalde como única aspirante perfilan una transición tersa y sin contratiempos, como sí se ha visto en otros partidos como el PRI y el PAN o el mismo Morena en años pasados.
El reto para el partido, que liderado por Delgado ha obtenido numerosas victorias en los pasados procesos electorales, será a partir de que Andrés Manuel López Obrador cumpla su anunciado retiro en octubre próximo, pues será cuando enfrente grandes desafíos como mantener la unidad interna y refrendar triunfos.
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“La institucionalización de Morena tiene mucho que ver con el presidente Andrés Manuel López Obrador que ha sabido mantener esta cohesión interna, negociar y tener la sabiduría para escuchar al perfil político que está molesto... Vamos a ver qué sucede o cuando Andrés Manuel López Obrador se retire de la vida política, de qué manera se empiezan a arreglar las diferentes corrientes”, plantea Edgar Scott Aguilar, profesor de comunicación política del Tec de Monterrey.
Morena es un partido que intentará mantener la cohesión interna y asegurar la continuidad del proyecto que ha encabezado el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Aún con licencia como militante de Morena, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido la guía para el partido.
Fue él quien “sugirió” el método de encuesta para renovar en 2020 la dirigencia de Morena, quien diseñó el método para que se eligiera al candidato presidencial y el acuerdo para que “las corcholatas” perdedoras fueran incluidas en el proyecto político y de gobierno y quien ha pedido que se mantenga la unidad al interior del movimiento.
Camino llano para Alcalde
Analistas políticos consultados por Expansión Política coinciden en que el cambio en la dirigencia de Morena será terso, pues semanas antes de que se emita la convocatoria se han puesto de acuerdo en el método y hasta ahora, la actual secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, es la única que ha levantado la mano para contender por la dirigencia de esa fuerza política, por lo que podría ser electa en unanimidad.
"No hay hoy una voz disidente a este perfil, por lo que todo parecería indicar que no debería de haber hostilidades al interior de Morena”, dice Patricio Morelos, consultor político y profesor universitario en el Tecnológico de Monterrey.
De acuerdo con los estatutos de Morena , el partido puede definir a los titulares de la Presidencia y Secretaría por dos vías: una encuesta o un Congreso nacional. Aunque la encuesta es el método que más ha utilizado el partido para la definición de sus candidatos, para la dirigencia nacional, se perfila el segundo.
“Lo más probable, porque es lo que se ha comentado en el Comité Ejecutivo Nacional, es que vayamos a un Congreso Nacional en la última semana de septiembre, es decir, es el método que ahora nos conviene más, que puede terminar con un proceso transparente, democrático y donde salga toda la militancia unida en torno a la nueva dirigencia”, aseguró Delgado.
Con una secretaría en puerta, la de Educación , será él quien se encargue de la conducción del proceso para que la principal fuerza política del país elija a su próxima presidencia. Lo hará de la mano de presidente del Consejo Nacional y actual gobernador de Sonora, Alfonso Durazo.
Mientras en Morena el cambio de su dirigencia ocurre sin contratiempos, las otras fuerzas políticas enfrentan divisiones, problemas internos y desde las presidencias, rechazos a cambios en los liderazgos.
Alejandro Moreno se separó de su cargo como dirigente nacional del PRI en busca de competir por la presidencia, luego de la modificación de sus estatutos que le abrieron la posibilidad a permanecer al frente del partido hasta por ocho años más.
En el PAN, varios militantes piden que renuncie Marko Cortés y que se ponga fin a la alianza con el PRI, la cual no arrojó buenos resultados en la última elección.
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El reto de la nueva dirigencia
Encabezar la dirigencia de Morena es un puesto atractivo para cualquier político. Se trata de dirigir al partido que hoy, junto a sus aliados, gobierna 24 entidades, donde vive el 74% de la población, que tiene más de 2.3 millones de militantes y 3,220 millones de pesos de financiamiento público.
Luisa María Alcalde levantó la mano para ser la segunda mujer a cargo de Morena. La primera fue Yeidckol Polevnsky, con quien en 2018 se ganó por primera vez la presidencia de la República.
“Para mí sería un honor poder presidir Morena, trabajar en la consolidación del partido, en que sea una herramienta que dure muchos más años, una herramienta de lucha, de la defensa, justicia, la democracia, de los derechos de todas y todos”, afirmó la actual secretaria en una entrevista con el programa Los Periodistas.
Me dio mucho gusto platicar con nuestra querida @CitlaHM. Ella ha sido fundamental para nuestro Movimiento y por ello cuenta con el cariño de muchísimos de nosotros. Le agradezco todo su respaldo y amistad. pic.twitter.com/pRChd2CzLA
Luisa María Alcalde tiene cartas para ser electa. Además de su experiencia y preparación académica, viene de una familia cercana al presidente López Obrador y fundador de Morena.
Luisa María Alcalde pudiera representaría la continuidad del proyecto de Andrés Manuel López Obrador"
Patricio Morelos, catedrático del ITESM.
“Sabemos su trayectoria, quiénes son sus padres, la cercanía que tienen con el presidente. En los últimos días, hemos visto que pareciera que todo se ve caminando para que sea Alcalde la próxima dirigente del partido”, explica el consultor político, Patricio Morelos.
Alcalde Luján es una de las fundadoras de Morena. Fue coordinadora de jóvenes del partido, diputada federal, secretaria del Trabajo y desde junio de 2023 es secretaria de Gobernación.
“Si la elección fuera por votación de consejeros, tampoco creo que habría mucho problema porque algo que hemos visto es que hoy en Morena, hay unidad, creo que es complicado que algún grupo quisiera desafiar la que pareciera sería la gran fuerza nacional”, agrega Morelos.
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Si ella llega a la presidencia nacional de Morena, una de sus tareas será dar acompañamiento a la próxima presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, y difundir los logros de sus gobiernos, para evitar que se repita un escenario como el de 2021, donde perdieron la mayoría calificada y alcaldías en la capital del país.
“El 2021 para Morena fue una gran lección con la elección de la Ciudad de México, sus dirigentes estatales, sus dirigentes por alcaldía, se notó cómo se pusieron a trabajar y para el 2024 corrigieron e incluso lograron capitalizar algunas otras alcaldías que ya tenían perdidas”, explica Edgar Scott Aguilar.
El reto para la próxima dirigencia, en lo interno, será la unidad e intentar mantenerse como la principal fuerza política, lo cual no es sencillo. Mario Delgado se retirará como el dirigente más exitoso de los cinco que ha tenido el partido a 10 años de haber obtenido el registro.
“Delgado fue presidente exitoso, un presidente que supo hacer crecer a su partido. En 2020 inicia su administración con siete estados que gobernaba Morena, al finalizar su gestión en 2024, va a finalizar con 22 estados gobernados y dos aliados”, agrega Scott Aguilar.
Pero ahora Morena no contará con el presidente Andrés Manuel López Obrador, pues él ha asegurado que no intervendrá en nada relacionado con la política.
Por su parte, Sheinbaum ha anunciado que pedirá licencia del partido que la llevará a la Presidencia de la República, sin embargo, aún está por verse si a pesar de la “sana distancia”, interviene o no en la vida de esa fuerza política.