“Ayer volvimos al predio del Choyudo, donde hemos encontrado 57 cuerpos, pero esta vez pedimos a un cura que nos acompañara para bendecir la tierra que durante tanto tiempo fue único cobijo de nuestros hijos. Ojalá algún día esta tierra, esté olor y este cielo dejen de doler”, escribió en su cuenta de X, en la que compartió un nuevo video.
Las diferencias con el gobierno federal se profundizaron tras la presentación del nuevo censo de personas desaparecidas, que dejó fuera miles de casos y registra diversas inconsistencias.
El pasado 30 de abril denunció un presunto crematorio clandestino en la Ciudad de México, entre las alcaldías de Iztapalapa y Tláhuac, lo que evidenció más esas diferencias, al grado tal que el Ejecutivo federal llamó a no “traficar con el dolor humano”, mientras que el jefe de gobierno Martí Batres tildó al hallazgo de “montaje frustrado”.
Tras análisis realizados en tiempo récord, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México rechazó que los restos hallados sean de seres humanos; informó que corresponden a caninos.
Flores respondió a tales acusaciones y dijo que al gobierno de la CDMX de tener “necrofobia” y al mandatario federal le aclaró: “yo no soy la adversaria, ni enemiga, mejor enfóquese en atender el tema de la violencia”.
La activista es madre de seis hijos, dos de ellos se encuentran desaparecidos: Alejandro Guadalupe Islas Flores, visto por última vez el 30 de octubre de 2015, en Los Mochis, Sinaloa y Marco Antonio Sauceda Rocha, visto por última vez en Bahía de Kino, Sonora, el 4 de mayo de 2019.