El presidente no solo manifestó su alegría cuando se le fotografió con el boleto del Tren, también lo hizo con los ciudadanos que lo esperaron afuera de la estación Cancún.
A la salida de ese nuevo espacio, ubicado en la carretera 180 y a unos kilómetros del Aeropuerto de Cancún, el presidente saludó desde la ventana de su camioneta, sonrió y escuchó los gritos de apoyo de gente que esperó varias horas para ver salir al creador del Tren Maya: "Sí se pudo, sí se pudo", "Es un honor estar con Obrador".
El gentío apostado en la vialidad cancunense lo hizo mantenerse en pausa por unos minutos, tiempo suficiente para que la gente le acercara una botella, una pintura del mar Caribe y réplicas del Tren Maya; el presidente del sureste se dio un momento para saludar a un niño, quien –a punto del llanto– le gritaba "¡presidente!, ¡presidente!".
Instalaciones de inauguración
En la etapa de "preinauguración", como se ha denominado a la entrada en operación del tramo Campeche-Cancún, las estaciones que funcionarán como terminales no estarán al 100% concluidas.
En Campeche, el “rugir” del “jaguar rodante” se escucha hasta los cuatro locales destinados para negocios del inmueble. Dos tienen indicios de que abrirán pronto porque ya cuentan con estantes dentro. Los otros dos aún están vacíos, solo con lonas de las marcas que llegarán a ofrecer sus productos.
A contra esquina de dichos espacios, se encuentra otro similar que también está destinado para comercios, pero en éste no hay marca ni lonas, ni nada. Solo se escucha el “rugir” que resuena con más fuerza por lo vacío del área
Mientras que en Cancún, aún se realizaban trabajos a marchas forzadas para dejar lo más lista la estación.
"Todavía están trabajando", fue el argumento que dieron a los ciudadanos que quisieron ingresar a la estación, pero se les impidió.
Aún así, con trabajos de construcción, con cercas que impiden el libre flujo de la gente, con escasos negocios ofertando productos a los usuarios en las terminales, el Tren Maya quedó inaugurado este 15 de diciembre del 2023, con lo que el presidente podrá poner otra palomita en la lista de sus 100 promesas de gobierno.