El reclamo de Murillo es el mismo de los otros extranjeros que protestan este miércoles y que partieron hace ocho días desde Tapachula en una nueva caravana, cuyo objetivo es cruzar hacia Estados Unidos, conseguir trabajo y enviar ayuda a sus familias.
En el "plantón pacífico", realizado junto a la aduana de Cerro Gordo, es notoria la presencia de muchos niños y mujeres. Los extranjeros arman improvisados toldos para protegerse del sol con plásticos o los paños de gastadas tiendas de campaña.
Mientras uno vocea sus consignas, varios hombres sostienen sobre sus rostros hojas de papel con la cara impresa del presidente Andrés Manuel López Obrador y un mensaje: "La vida de los migrantes también importa". "¡Queremos permiso, queremos permiso!", gritan los manifestantes.
Dorian Meléndez, otro hondureño, lamenta que mujeres, niños y hasta personas con discapacidades tengan que dormir en las calles, mientras esperan que las autoridades migratorias les concedan el documento. "No le pedimos nada más al gobierno mexicano (...) Lastimosamente se encuentran al paso de donde nosotros necesitamos llegar", dijo Meléndez.