La suspensión del Título 42 ha incrementado el número de migrantes deportados desde Estados Unidos a través del Título 8. Desde mayo a julio de este año han sido detenidos 699,292 extranjeros en la frontera sur, de los que el 20% son de origen mexicano.
De acuerdo con cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos, en los últimos tres meses 145,876 mexicanos fueron detenidos por autoridades migratorias de esa nación.
Tras declararse el fin de la pandemia a causa de covid-19, a partir de mayo de 2023 se puso fin al Título 42, una política de salud que en los hechos sirvió para fines migratorios porque permitió las deportaciones vía 'fast track'.
Desde mayo, las autoridades estadounidenses aplican sólo el Título 8 para deportar a ciudadanos originarios de Brasil, Canadá, China, Colombia, Cuba, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, India, Nicaragua, Venezuela, Turquía, Ucrania, Filipinas, Perú, Rumania y México.
Los migrantes de origen mexicano son los principales detenidos por la Patrulla Fronteriza. En estos tres meses, han sido aprehendidos 11,964 salvadoreños, 45,254 guatemaltecos y 58,175 hondureños. Ni juntando los migrantes de las tres nacionalidades se supera el número de los mexicanos deportados por el Título 8.
En mayo, junio y julio de este año se han registrado récords en la cifra de mexicanos deportados al alcanzar 39,366; 50,733 y 55,777, respectivamente.
Hasta antes del fin del Título 42, la cifra más alta en un mes fue de 23,369 mexicanos deportados, número que se registró en enero de este año.
Sin embargo, en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha asegurado que no ha incrementado la migración de mexicanos, pues asegura que hay más oportunidades para que no dejen su tierra de origen.
“Vamos muy bien en todo, cada vez hay menos mexicanos –nada que ver con lo que sucedía antes– que se ven obligados a emigrar a Estados Unidos. Cuando Felipe Calderón se iban 700,000, 800,000 mexicanos al año a Estados Unidos; eran tiempos en que la gente no tenía más que emigrar, eso no hay que olvidarlo”, afirmó el pasado 9 de agosto.
El presidente comentó que en sexenios pasados los mexicanos solo tenían tres opciones: migrar, incorporarse a la economía informal e incluso la delincuencia organizada.
“Algo muy lamentable es que, por esa crisis, por ese abandono al pueblo, muchos jóvenes tomaron el camino de las conductas antisociales, porque no se atendió al pueblo, ni mucho menos a los jóvenes, lo único que inventaron de manera despectiva es llamarles ‘ninis’ a los jóvenes, ni estudian, ni trabajan, pero nunca hicieron nada por el pueblo, por los pobres, por los jóvenes”, afirmó.
A pesar de considerar como “lamentable” la migración, el presidente señaló que fue una válvula de escape.
“Imagínense si no se van esos 600,000, 800,000 mexicanos a buscarse la vida a Estados Unidos, se quedan aquí, hubiese estallado el país. Si de por si se desató la violencia y se profundizó la crisis económica y de bienestar social”, afirmó.
