Miles de personas han firmado una petición dirigida a la Secretaría de Educación Pública (SEP) para que cancele la distribución de los nuevos libros de texto gratuitos de primaria y secundaria para el ciclo escolar 2023-2024.
También solicitan que se utilicen los ejemplares anteriores, al menos mientras los nuevos contenidos son revisados por expertos en las materias y por docentes.
De acuerdo con padres, madres, docentes y académicas, estos materiales se rediseñaron sin consultar a la comunidad educativa; registran errores y la SEP no los difundió antes de iniciar la distribución para que se revisara el contenido.
La solicitud fue lanzada en la plataforma digital Change.org por Alma Maldonado, investigadora del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav). Hasta este miércoles, sumaba 17,112 firmas de apoyo.
Pese a que la Unión Nacional de Padres de Familia ganó un amparo que ordenaba a la SEP detener la impresión y distribución de los libros si no acataba el procedimiento legal para crearlos, la entrega de los ejemplares ya arrancó.
Autoridades educativas estatales han informado que la distribución de libros se inició desde el 12 de julio en al menos seis estados del país, como Morelos, Chihuahua, Sonora, Hidalgo, Baja California y Baja California Sur. La meta es que los ejemplares lleguen a las escuelas a más tardar el 21 de agosto, una semana antes del comienzo del nuevo año escolar .
Sin embargo, expuso la académica en la petición de Change, la entrega debe detenerse por cuatro razones principales. La primera es que la SEP modificó el esquema de los materiales educativos.
Para la educación primaria desaparecieron los libros de español, matemáticas, ciencias naturales, geografía, historia universal y de México, y biología. En vez de entregar un ejemplar por materia, la dependencia aprobó utilizar sólo dos libros de referencia, titulados Nuestros saberes y Múltiples Lenguajes.
“En este nuevo esquema los niños no aprenderán el razonamiento lógico de las matemáticas, no profundizarán sus conocimientos del español, ni tendrán libros de lecturas. Supuestamente, los niños ahora aprenderán haciendo proyectos que los maestros escogerán de los nuevos libros”, explicó en la petición.
Para la educación secundaria ocurrió algo similar: cancelaron los libros de cada materia y se usarán dos libros de referencia y de cápsulas educativas sin orden ni secuencia, afirmó.
“Por si todo esto fuera poco, los nuevos libros que hemos podido revisar están plagados de errores. Es evidente que sus autores se niegan a presentarlos oficialmente para evitar que sean evaluados por expertos, ya que desean imponerlos en este nuevo año escolar. A pesar de eso, existen versiones electrónicas e impresas que se han filtrado a los medios y permiten ver sus grandes deficiencias”, sostuvo.
Maldonado reconoció que trabajar con "proyectos sociocríticos interdisciplinarios", como propone el nuevo modelo educativo, sería factible con los recursos y la capacitación docente adecuados. Sin embargo, estos trabajos no sustituyen la enseñanza de las disciplinas.
“Los resultados que podemos esperar de este atropellado proceso es que la niñez y juventud reciban una educación pública deficiente, sin las herramientas que requerirán para enfrentar el futuro”, advirtió.
